Fabricar unos vaqueros gasta 3.000 litros

La industria textil ha comenzado a evaluar la huella hídrica de la producción de tejidos con el fin de buscar fórmulas que la reduzcan. Este menor consumo de agua se puede conseguir desde el inicio de la producción de la materia prima que se emplea para la fabricación de las fibras que componen las telas hasta el empleo de unas tecnologías más eficientes en los procesos de tintura, hilatura y acabado de los tejidos.

La fase de obtención de la fibra supone entre un 94,2% y un 99,5% de la huella hídrica final, según un estudio llevado a cabo por el Instituto Tecnológico Textil de Alicante (Aitex), El Corte Inglés y la Fundación Botín.

El objetivo del informe es establecer un sistema de medición del consumo de agua en los procesos de elaboración y producción de tejidos para constituir una metodología estandarizada de aplicación en la industria textil y así optimizar el uso de este recurso.

La huella hídrica es un indicador que evalúa los consumos directos e indirectos de agua en un artículo, en este caso en la ropa, así como su impacto sobre la calidad del agua. La huella hídrica verde se refiere a los consumos asociados a la humedad del suelo y las precipitaciones. La huella azul evalúa el consumo tomado de ríos, lagos y acuíferos y el agua gris da una medida del impacto sobre la calidad del agua, comparando la carga contaminante con los estándares ambientales correspondientes.

Para la elaboración del informe se ha contado con el apoyo de las empresas Tejidos Royo, Tavex y Textil Santanderina, tres de los principales proveedores textiles de El Corte Inglés, que han aportado los inventarios de procesos y consumos, así como los datos de vertido de agua.

Como materia prima se escogió el algodón producido en el valle del Guadalquivir, estudiando las diferencias entre años, comarcas y métodos de riego. Se estudiaron también tejidos de fibra lyocell, que se fabrica a partir de pasta de celulosa, así como la inclusión de fibras artificiales poliamida y poliéster en los tejidos de algodón.

Entre los tejidos estudiados se evaluaron los materiales denim (vaquero) y no denim, con diferentes características finales, así como diferentes tonalidades de azul índigo y procesos de tintura. En los resultados obtenidos, la huella hídrica de un pantalón osciló entre los 688 litros en los casos en que estaba elaborado con fibra lyocell y los 3.117 litros en los que estaba confeccionado con algodón.

Los tejidos provenientes de algodón presentan una mayor huella hídrica azul y gris frente a los tejidos que emplean la fibra natural lyocell, fabricada a partir de celulosa, que presentan una elevada huella hídrica verde. La inclusión de un 30% de fibra artificial (poliamida o poliéster) llevó a una disminución del 44%, 43% y 32% en la huella verde, azul y gris, respectivamente, de acuerdo con las conclusiones del informe. Este es el primer estudio realizado en nuestro país y uno de los más completos a nivel internacional porque incluye desde la fabricación del tejido hasta la confección final de la prenda.

Medidas de ahorro

Tavex, que produce anualmente unos 180 millones de metros de tela vaquera, ha puesto en marcha el proyecto Acquasave en sus factorías de Europa y América del Sur para reducir el consumo de agua durante la fabricación del tejido denim. Así, la empresa ahorra en Europa 300.000 litros de agua al día solo en el proceso de tintura del hilo y 1,3 millones de litros diarios en todo el proceso.Textil Santanderina utiliza procesos de tintura que reducen el consumo de agua y de productos químicos en un 15%. Utiliza colorantes biodegradables que reducen en un 90% el gasto de agua.

Premio internacional

Tejidos Royo es candidata a empresa sostenible de 2012 por el reconocido organismo internacional Oeko-tex, debido a la implantación de procesos en tintura y acabado que permiten reducir hasta en un 67% el consumo de agua y productos auxiliares frente a un proceso convencional.

“El principal consumo de agua en el sector textil está asociado a la fabricación de la tela y a la etapa de tintura y acabado del tejido”, recalca Alberto Garrido, subdirector del Observatorio del Agua de la Fundación Botín. Técnicas específicas (Aquasave, Econtrol, Sandye, Blue Marine) permiten lograr disminuciones significativas del consumo de agua azul.