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ÁNGEL CORCâSTEGUI, socio de Magnum

"No soy partidario del rescate"

Corcóstegui cree que España no puede parar sus programas de inversión. Entrevista a Ángel Corcóstegui
Corcóstegui cree que España no puede parar sus programas de inversión. Entrevista a Ángel CorcósteguiPablo Monge

Hace poco más de 10 años que Ángel Corcóstegui (Bilbao, 1951) dejaba los cargos de vicepresidente y consejero delegado del entonces llamado Santander Central Hispano (SCH). Desde su salida no ha concedido ninguna entrevista para hablar de la situación de la economía española y de la banca. Ahora lo hace como miembro del consejo rector de Spain Investors Day, donde participa por su experiencia con inversores extranjeros. Nacido en Bilbao en 1951. Formado como ingeniero de caminos, él mismo recuerda que su perfil profesional comenzó en el exterior. Estudió en la escuela de negocios Wharton en EEUU, donde también fue profesor, y trabajó para varias entidades. En los 80, volvió a España, al Banco Vizcaya, y participó en tres sucesivas grandes fusiones, la de BBV, en Central Hispano y en su posterior unión con Santander. Actualmente es miembro de varios consejos de administración y es socio fundador de Magnum Private Equity, firma que invierte en empresas no cotizadas. "Mi nivel de trabajo es distinto que antes, pero no menor. Trabajo más horas", asegura.

Pregunta. ¿Qué oportunidades de inversión existen para los inversores extranjeros?

Respuesta. Los inversores extranjeros tienen que apostar por compañías que hayan hecho sus deberes, que hayan conquistado mercados internacionales, que sean competitivas, que tengan buenos gestores y poca deuda. Diría que miren el perfil de las compañías y verán que las empresas españolas están baratas. Durante unos meses habrá oportunidades de compra que luego se van a cerrar. Aquellos que elijan bien van a ganar mucho dinero.

"Como accionista aplaudo la integración de Banesto en Santander"

P. ¿Tienen miedo a entrar en empresas españolas?

R. El factor fundamental es la confianza, que cuesta mucho ganar y se pierde muy rápido. Lo que da confianza es que se tomen las medidas que se tengan que tomar por duras que sean y en España teníamos que tomar medidas duras. Debíamos volver a la disciplina fiscal, a unos niveles de déficit del 3%. Eso da confianza. Es también muy importante que se hagan las reformas que la economía española necesita.

P. ¿Qué reformas son necesarias?

R.Tres reformas. La del sistema financiero, que partía de un punto de partida muy dañado. Si en un país no hay crédito no remontará la economía. Segunda, la del sector laboral. Había que acercarse a sistemas más flexibles, como tienen en otros países europeos y en EE UU. Y tercera, en el sistema energético, que no está terminada, pero está en camino, para que el coste energético sea menor.

P. ¿Cuáles quedan pendientes?

R. La del sector público. En España tenemos un sistema de duplicidades y superposiciones y de excesivo gasto a nivel municipal, autonómico, estatal y de los diferentes entes adscritos. No hablo de recortes en el Estado de bienestar, sino de eficacia.

P. Razones para invertir en España si hay otros lugares sin nubarrones

R. Los inversores empiezan a percibir que los nubarrones se están yendo. En 2013 es muy difícil que haya crecimiento, económico, porque todavía tenemos un ajuste fiscal pendiente muy importante y con el crédito reducido, pero en 2014 puede que sea una realidad. En España, para que el empleo crezca en términos netos, tiene que haber un crecimiento real del 2% al 2,5% del PIB, que no llegará hasta finales de 2014 o 2015.

P. ¿Cuándo volverá el crédito a las empresas?

R. Lo más importante es que el sector financiero vuelva a ser sólido y esté capitalizado. Fue una verdadera lástima que las autoridades monetarias no supieran aconsejar un enfriamiento del crédito, que creció de forma desbocada. Ahora hay que corregirlo. En 2014 yo creo que sí volverá a fluir el crédito. No a la velocidad que nos gustaría, pero sí habrá un punto de inflexión.

P. La austeridad se ha llevado el discurso del cambio de modelo productivo de el Gobierno de Zapatero. ¿Cree que hace falta algo más que austeridad?

R.Conseguiremos el cambio sobre la base de alta productividad, con empresas españolas que sean competitivas internacionalmente, que apuesten por la I+D, cuando tengamos una universidad que cree empresarios, enseñe idiomas y con alumnos que tengan experiencia en el exterior.

P.¿Se podría tomar alguna medida adicional para favorecer las políticas de crecimiento?

R.Es algo que se está hablando en Europa. Algo sí que se podría hacer en inversiones en infraestructuras. Un país como España no puede parar sus programas de inversión, porque al cabo de unos años el país envejece y pierde competitividad. Debe ser un apoyo coordinado por Bruselas y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

P.¿Es favorable a que el Gobierno pida un rescate?

R.Yo soy partidario de que no se den las condiciones para que se produzca. Pero si los mercados internacionales no nos financian no nos quedará más remedio que pedirlo. Aunque no soy partidario del rescate. España debe de hacer todo lo posible para evitar pedir la ayuda.

P. ¿Cuáles serían las consecuencias de pedir la ayuda?

R.Pues no sabemos las condiciones que nos pondrían. Debemos hacer todo lo posible para ganar la confianza, para que nos financien y la prima de riesgo baje adonde tiene que estar. Los mercados internacionales se abrirán cuando tengan la visibilidad de que en España estamos haciendo las cosas bien. Esto va de esfuerzo y de trabajo.

P.¿A qué se refiere?

R. Pues que si antes trabajábamos siete horas, ahora deberemos trabajar diez o las que hagan falta. Y medirnos en eficiencia con los americanos y con los alemanes. Deberemos tener una nueva realidad de país y luego habrá que ir a explicarlo, cuando ya no seamos el país del sol y playa, y la venta de pisos, sino que este sea un país serio. Eso no lo consiguen solo las Administraciones públicas, esto lo hace todo el país, cada uno de nosotros.

P.¿Cómo valora la reforma financiera de Economía?

R. Ha sido una reformamuy dura porque la crisis era muy profunda. Se ha hecho lo que había que hacer. Se han puesto los cauces para que el sistema financiero español vuelva a ser solvente. Ahora hay que ver cómo navegan las entidades financieras en estos cauces. El rescate de las cajas ha costado mucho dinero. Tanto era, que se ha tenido que recurrir a fuentes externas. Nuestro país solo no podía y hemos pedido ayuda a Bruselas. También hemos creado un banco malo para que los apoyos no se contabilicen como déficit público.

P.¿Habrá más fusiones?

R. Continuará el proceso de concentración. Está hablando a un gran convencido. Siempre pensé que fusionando entidades se ganaba mucha eficiencia. Las fusiones son necesarias ahora porque en España ha habido un exceso de oficinas. Sobran el 20% o el 25% de las actuales. Por ejemplo, la operación de integración que ha hecho el Santander con el Banesto me parece muy acertada. La aplaudo como accioonista.

P. Si las condiciones económicas no mejoran y la tasa de morosidad continúa creciendo, ¿las entidades necesitarán una mayor recapitalización?

R. 2013 va a ser otro mal año para la banca, tendrá que hacer un esfuerzo importante por provisionar esos fallidos. Tengo la impresión de que los márgenes del sistema financiero han mejorado, los bancos se están financiando mejor y eso va a permitir que el próximo año se puedan hacer mayores provisiones en sus balances provenientes de sus propios márgenes. Y en las entidades intervenidas tengo la impresión de que los gestores han hecho ya unos escenarios de estrés suficientemente realistas, que eran muy severos en las necesidades de capital.

P.¿Por qué no saltaron las alarmas en el sector financiero con la burbuja inmobiliaria?

R.Eso debe preguntárselo al Banco de España. A mí me sorprendía mucho el crecimiento del crédito tan fuerte y tan continuado en 2005, 2006 y 2007. Yo ya no estaba en el sector bancario. Ocurrió algo parecido en los años 1988 y 1989, cuando se recalentó en la época del ministro Solchaga, y el supervisor nos impuso el encadrement,una palabra francesa que designaba un marco, no nos permitía elevar el crédito más de un 10% en términos interanuales. Hubo quien lo interpretó como intervencionismo. A mí me pareció que era muy acertado.

La sociedad también culpa ahora a la banca, porque durante mucho tiempo estuvo cebando la burbuja que se ha llevado a muchos por delante. Están pagando su penitencia. Esta experiencia de un crédito desbocado al final se paga y de ello se aprende. Cojamos la parte positiva, que los gestores de banca del futuro hayan aprendido que ese nivel de crédito es peligroso. Yo lo aplicaría a países emergentes.

P.¿Se ha aprendido?

R.Espero y deseo que sí.

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