Economía avanza una mejoría del PIB, que cerró 2012 con una caída del 1,3%
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, avanzó ayer que el PIB español podría haber caído un 1,3% en 2012, lo que supondría una mejora de dos décimas con respecto a lo previsto en el cuadro macroeconómico diseñado por el Ejecutivo. "España puede ser la sorpresa positiva de Europa", apuntó durante su intervención en el foro Spain Investors Day.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ya adelantó el pasado diciembre que la caída de la economía española en 2012 sería del 1,3 % o del 1,4 %. Ni Guindos ni García-Legaz se atrevieron a realizar un pronóstico sobre la evolución del PIB en 2013, debido a la profunda brecha que existe entre lo que prevé el Gobierno y lo que esperan los analistas. El cuadro macroeconómico del Gobierno estima que se producirá un retroceso de medio punto, mientras que los diecinueve servicios de estudios a los que consulta Funcas auguran una caída del 1,6%. El más optimista de entre los consultados es Esade, cuya previsión de caída del PIB es del 1%, el doble que el Ejecutivo.
Con el dato avanzado ayer por García-Legaz, la economía española habría seguido el camino contrario al del resto de grandes naciones de la zona euro, que se estancaron o entraron en recesión en el cuarto trimestre. Portugal e Italia seguirán en recesión, mientras que Francia, según el primer avance de su banco central, habría caído una décima y podría entrar en recesión en marzo de 2013.
Exportaciones y deudas
Esa mejoría, sin embargo, no significa que España vaya a salir de la recesión en el corto plazo (Economía no prevé un trimestre positivo al menos hasta la segunda parte de 2013), pero sí avanza una mejora en algunos indicadores que habrían amortiguado el desplome económico y que podría dar a entender que la caída del PIB ha tocado suelo. Los tres principales índices en los que se basa el análisis de Economía es el buen pulso del sector exterior, la reducción acelerada de la deuda de familias y empresas y la reforma del sistema financiero. En el caso de las exportaciones, el Ejecutivo prevé que cerraron 2012 con una subida del 4% y prevé un crecimiento aún mayor para este año (6%). Por su parte, el nivel de endeudamiento del sector privado siguió en noviembre la línea descendente de los anteriores meses y cerró en niveles previos a la crisis.
Donde no parece que se vaya a producir una mejoría es en el empleo, donde todas las previsiones son negativas. Eurostat avanzó la semana pasada que a finales de 2012 ya se habrían superado los seis millones de empleo y el Ejecutivo no espera que se vuelvan a crear puestos de trabajo este ejercicio.
La única nación que se había librado de la recesión en la zona euro era Alemania. Eso fue hasta ayer. La Oficina Nacional de Estadística (Destatis) avanzó ayer que la economía germana habría retrocedido medio punto de PIB entre octubre y diciembre, dejando el crecimiento de 2012 en un pírrico 0,7% frente al 3% registrado un año antes. Este incremento supone el nivel más bajo desde 2009, en el que la locomotora europea se desplomó un 5,1%. El enfriamiento de Alemania se debe, según la Oficina Nacional de Estadística, al descenso experimentado por la inversión en construcción (1,1% anual) y en bienes de equipo (4%). El consumo de los hogares y de las administraciones públicas fue más débil de lo habitual, pero se mantuvo en tasas positivas, con un 0,8% y un 1%, respectivamente. En el otro lado, el sector exterior se mantuvo con la fortaleza habitual. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 4,1%, mientras que las exportaciones bajaron un 2,3%, en línea con la menor demanda interna. De hecho contribuyó con 1,1 puntos de crecimiento al PIB. El deterioro económico no ha impedido, sin embargo, que Alemania logrará el primer superávit fiscal desde 2007, gracias a la buena evolución del empleo, con un nuevo máximo histórico (41,5 millones de ocupados).