Residencia a cambio de piso: cuatro críticas del sector inmobiliario
La vinculación del permiso de residencia con la adquisición de pisos a partir de los 160.000 euros levantó ampollas entre la oposición. Sin embargo, aunque la medida contribuya a reducir el stock de viviendas, sus efectos son puestos en duda por los expertos. La salida de activos del banco malo continúa siendo el foco de atención
El pasado mes se conocía la noticia y la polémica no tardó en surgir. Los extranjeros que decidan comprar pisos a partir de 160.000 euros podrán acceder al permiso de residencia. La medida, pendiente de un estudio más detallado según señaló el presidente del Gobierno, no tardó en levantar las críticas la oposición. Si para algunos políticos es vista como un intento de reflotar el sector de la construcción, para los expertos es un simple parche que aunque contribuye a dar salida al actual stock de viviendas, no es suficiente.
Una iniciativa con poco alcance
A tan solo tres días de que desaparezcan las ventajas fiscales aparejadas a la compra de viviendas, en un entorno macroeconómico nada halagüeño y con un crédito que continúa estancado a pesar de las actuaciones del BCE, parece que se hace más necesario el impulso de iniciativas que fomenten la venta de las más 670.000 viviendas de nueva construcción que hasta la fecha no tienen dueño, según datos del ministerio de Fomento. De momento, el Ejecutivo solo ha anunciado esta propuesta y como señala Fernando Encinar, jefe de estudios y cofundador de idelista.com, "no es la panacea" aunque sí es cierto que "cualquier medida que impulse la compra de casas será bien recibida".
Encinar cree que "además de reducir el stock permitirán reactivar el consumo en aquellas áreas en las se instalen". En ello coincide el responsable de comunicación de la CNC (Confederación Nacional de Constructores), Ignacio Mulas, que ve cómo a la entrada de dinero extranjero se añadiría la posibilidad de que los inmigrantes que consigan la residencia se planteasen la idea de abrir nuevos negocios. Como ejemplo, Mulas señala el caso de Canadá en donde el Gobierno ha desarrollado programas de ayudas a emprendedores que contribuyen a la apertura de nuevos negocios.
Los precios no se verán alterados
Una de las críticas que más se repitieron después del anuncio de la medida fueron las referidas a la posibilidad de que una vez entrada en vigor la norma, el precio de la vivienda pueda volver a la senda alcista. Encinar descarta por completo esta teoría y no duda en afirmar que "todos los que opinen eso dan señales de no comprender las razones que nos llevaron a caer en la burbuja inmobiliaria". En época de bonanza económica en la que la construcción era el pilar sobre el que se apoyaba el crecimiento, se dieron una serie de circunstancias económicas, demográficas y fiscales que contribuyeron a la creación de una burbuja que tras su estallido ha dejado una elevada tasa de paro y una economía a la que todavía le queda tiempo para recuperarse. En aquellos años dorados para el sector inmobiliario, los españoles compraban viviendas con la idea de que pasados unos años estas se revalorizarían y podrían sacar provecho con su venta. Sin embargo, en la actualidad la tortilla se ha dado la vuelta y siguiendo las palabras del cofundador de idealista.com al precio de la vivienda le queda un largo recorrido a la baja. "Los precios seguirán ajustándose porque el poder adquisitivo de los españoles no puede asumir esos costes".
Otras fuentes del mercado tratan de quitar importancia a una medida que consideran que han tenido un protagonismo excesivo. "La iniciativa aparte de levantar revuelo no va a cambiar en exceso la fotografía del sector inmobiliario", indican. "Los precios no se verán alterados por normas de este tipo, sino que dependerán en gran medida de la política de salida de los activos del banco malo". Esto unido a un incremento de la facilidad de créditos ayudaría a aliviar el sector.
La demolición de viviendas y la fractura del mercado son inevitables
Encinar augura una fractura en el mercado que no desaparecerá. Por un lado estarán los mercados que tras el ajuste de precios se recuperarán y por otro los que no saldrán adelante. En el primer grupo, Madrid y Barcelona son los principales exponentes debido a su capacidad generadora de empleo.
Asimismo, el responsable del portal inmobiliario afirma que la demolición de algunas viviendas será inevitable y que la caída del precio no será suficiente para dar salida al stock. "Solo se venderán aquellas casas que cuenten con descuentos en sus ofertas", afirma.
El crédito es la clave
Los expertos consultados indican que mientras la banca siga sin dar crédito, la recuperación del mercado inmobiliario continuará estancada. Encinar cree que las entidades no volverán a otorgar préstamos para la compra de una vivienda al ritmo y con las facilidades de hace unos años.
Al margen de esta iniciativa los más optimistas esperaban que en la recta final de año la venta de viviendas siguiera la senda alcista de inició el pasado agosto cuando puso fin a 17 meses caídas consecutivas. Sin embargo, esta recuperación alentada por el fin de las ventajas fiscales no ha servido para reactivar, aunque fuese mínimamente. Según los datos del ministerio de Fomento la venta de viviendas ha caído un 6,8% hasta septiembre.
La difícil coyuntura que atraviesan las familias, así como la desconfianza de los bancos pesa más que la desaparición de la desgravación en la declaración de la renta y el IVA superreducido que hasta el próximo 2013 lleva aparejada la comprar de casas. Las malas perspectivas de crecimiento, la contracción crediticia y el miedo que cunde entre la banca ante el acelerado incremento de los desahucios (cerca de 550 diarios) seguirán ejerciendo presión.