Bruselas exculpa a Alemania de las causas de la crisis
La Comisión Europea ha presentado hoy su primer informe sobre el descomunal superávit por cuenta corriente de Alemania, que podría estar dañando al resto de socios. En contra de lo previsto, Bruselas concluye todo lo contrario. Y exculpa a la economía alemana de provocar la crisis de la zona euro.
Alemania y los otros cinco países de la zona euro con superávit excesivo por cuenta corriente (Holanda, Austria, Bélgica, Finlandia y Luxemburgo) también están sometidos a la vigilancia de Bruselas. Pero a diferencia de las continuas reprobaciones y exigencias planteadas a los países con déficit como España, los socios que inundan el resto de la Unión con sus exportaciones han recibido hoy el visto bueno de la Comisión Europea para seguir haciéndolo.
Tras examinar en detalle las cifras de esos países, el departamento de Olli Rehn, comisario europeo de Economía, concluye que los superávit "parecen ser elevados". Pero no aprecia "ninguna evidencia" de que la acumulación de activos a costa de los países en déficit "se deba a fallos estructurales".
A la Comisión ni siquiera le parece alarmante que "las exportaciones de bienes alemanes, en porcentaje de PIB, se han doblado desde 1995-99 [período anterior al euro] y 2000-07 [nacimiento de la moneda]". O que tras cuatro años de crisis, la media de superávit de los países estudiados (entre los que figuran Dinamarca y Suecia fuera de la zona euro) haya menguado solo un punto, del 5% al 4%.
Rehn niega, además, que un reequilibrio de las cifras pudiera favorecer a los países en dificultades, como España, Italia o Portugal. Y ha señalado en rueda de prensa que "si Alemania aumentara su consumo, los países beneficiados serían sus vecinos de Europa central y del Este". El análisis del comisario indica que un aumento del 1% en el consumo alemán mejoraría solo un 0,05% la balanza comercial de España, Portugal y Grecia.
En todo caso, añade la Comisión, a Alemana y compañía no les vendría mal reducir el superávit "por propio interés". Entre otras cosas, señala Bruselas, porque sus activos en la periferia se están devaluando.
En resumen, los países del sur tendrán que seguir asumiendo el coste del ajuste macroeconómico de la zona euro Y la Comisión , que no suele citar a Keynes, esta vez recurre al economista inglés para dejarlo claro: "para los deudores, el ajustes es obligatorio; para los acreedores, voluntario". Y aquello acabó en la Gran Depresión.