El precio de la gasolina debe caer otro 9% con el crudo a 100 dólares
En dos meses, el precio del petróleo ha caído un 21,6% y se ha situado por debajo de 100 dólares. En ese periodo, la gasolina se ha abaratado solo un 6,5% y el gasóleo un 5,4%. Según los cálculos realizados por este periódico, la primera aún debe descender otro 9% adicional mientras que el segundo apenas debe hacerlo un 2,6%. Ni las subidas ni las bajadas del crudo se trasladan íntegras al surtidor de la gasolinera.
Llenar el depósito del vehículo se ha convertido en un suplicio para muchos conductores. Desde que comenzó el año, el precio de los carburantes no ha parado de crecer y tocó máximos históricos en la primera semana de abril, con el litro de gasolina rozando los 1,5 euros y el de gasóleo los 1,4 euros, en paralelo al encarecimiento del crudo. En los dos siguientes meses, la cotización del barril de Brent, de referencia en Europa, se ha desplomado un 21,6% y se ha llegado a situar por debajo de los 100 dólares. En ese mismo periodo, el precio de la gasolina ha descendido un 6,5% y el del gasóleo un 5,4%, lo que ha despertado las sospechas entre ciudadanos y transportistas de que los movimientos del crudo y de los carburantes no están acompasados: cuando sube el petróleo, gasolina y gasóleo suben menos y cuando bajan, lo hacen también en menor proporción.
Los datos avalan esa tesis. El 19 de diciembre de 2011 el precio del petróleo se situó en 103 dólares, un nivel similar al actual, e inició un rally alcista hasta la primera semana de abril, en la que llegó a marcar 125,4 dólares, con una subida acumulada del 21,6%. Entre esas dos fechas, la gasolina se encareció un 15,5% y el gasóleo un 8%.
¿Por qué se produce este desajuste? Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) aseguran que el precio de los carburantes no reacciona al mismo ritmo cuando el del crudo baja o sube. Esa justificación se basa en que más de la mitad del precio de venta al público corresponde a impuestos y costes fijos y, por lo tanto, no se ve afectado por una apreciación o una depreciación del crudo. Dicho en otras palabras, que cuando el precio del petróleo sube, solo afecta al 44% de un litro de gasolina y al 48% del gasóleo. De hecho, si el precio del barril de Brent sube un 25%, el impacto en el precio del carburante es tan solo de un 10%, e igualmente sucede en el caso de una caída de similar porcentaje. Así se puede comprobar también si se analizan los datos desde la primera semana de abril hasta la primera de junio, con un descenso del 21,6% en el crudo y un recorte del 6,5% en la gasolina y del 5,4% en el gasóleo.
Según los últimos datos de la AOP, los impuestos (entre los que se encuentra el IVA, especiales o el céntimo sanitario) representaban en abril el 45,6% del precio de venta al público de la gasolina y el 41,07% del gasóleo. A esos porcentajes hay que sumarles los costes fijos de logística y las remuneraciones a distribuidores y empleados de las estaciones, con lo que ese porcentaje se eleva por encima de la mitad.
Las conclusiones que se pueden sacar de ese ciclo de bajadas y subidas de precios es que el del petróleo ha caído en dos meses todo lo que se había incrementado en los cuatro anteriores, mientras que el precio de la gasolina y el gasóleo no ha bajado todo lo que se encarecieron en los meses anteriores. De hecho, el litro de gasolina de 95 octanos, actualmente en 1,4 euros, debería descender otro 9% y situarse en 1,27 euros, mientras que el del gasóleo debe bajar tan solo un 2,6% hasta 1,28 euros. La siguiente pregunta que surge es por qué el gasóleo se abarata menos que la gasolina. La respuesta se encuentra en la mayor demanda, lo que presiona al alza sus precios frente a los de la gasolina. En ello tiene mucho que ver la dieselización del parque automovilístico, que ha provocado que prácticamente siete de cada diez vehículos que circulan por las carreteras españolas utilicen este combustible.
Este mismo fenómeno se reproduce a escala mundial, como muestra el hecho de que China o India, dos de los mayores consumidores de crudo, utilizan masivamente el gasóleo para el transporte terrestre o por ferrocarril. Además, este combustible es utilizado como alternativa a la electricidad en muchos países emergentes, ante las más que posibles pérdidas de suministro por la obsolescencia de las redes.
Las cifras
125,4 dólares es el máximo del barril de Brent este año y se registró el pasado 2 de abril.1,498 euros es el mayor precio alcanzado por el litro de gasolina. En algunos surtidores superó los 1,5 euros.21,6% ha bajado el precio del petróleo entre abril y junio, frente al 5,4% del gasóleo y el 6,5% de la gasolina.
Más barata que en Francia, Italia y Alemania
Pese al progresivo encarecimiento que ha sufrido en los últimos meses en España, en paralelo a la apreciación del crudo, el precio de un litro de gasolina o de gasóleo, estos combustibles siguen siendo mucho más baratos que en la media de la zona euro. El último dato disponible, correspondiente a la primera semana de junio, muestra cómo los precios fueron de 1,40 euros y 1,31 euros para la gasolina y el gasóleo, muy por debajo de los 1,63 y 1,43 euros por litro registrados como media de los 17 países de la zona euro.En la gasolina, los precios más caros se registraron en Holanda y Grecia, con 1,738 y 1,732 euros por litro. Solo dos países (Estonia y Luxemburgo) se sitúan por debajo de los españoles. En el gasóleo, el país donde más cuesta repostar es Reino Unido, con 1,73 euros por litro. Solo Eslovenia y Luxemburgo se encuentran por detrás de España. En ambos casos, los surtidores italianos, franceses o alemanes tienen precios más caros.