HSBC recomienda aplicar sanciones políticas a los países que incumplan el déficit
La posibilidad de imponer sanciones de índole política en vez de financiera supondría una amenaza mucho más efectiva para que los países díscolos en el cumplimiento de los objetivos fiscales apliquen un mayor control sobre sus cuentas, según refleja un informe del banco británico HSBC, que propone la creación de un 'club fiscal' que resuelva la paradoja existente en la eurozona entre integración fiscal e identidad nacional.
Los miembros de este club disfrurarían de autonomía fiscal durante gran parte del tiempo, pero en caso de sufrir un deterioro de sus cuentas que imposibilitara su acceso a los mercados de capitales, "recibirían un rescate automático por parte de los otros miembros".
"La condición clave para el rescate sería la inmediata pérdida de soberanía fiscal (...) Se trataría más de sanciones políticas que financieras", apunta la entidad británica. "Durante, la fase de rescate, el ministro de Finanzas del país rescatado sería nombrado por Bruselas", añade.
De este modo, HSBC considera que "la amenaza de una pérdida de soberanía" haría que los países gestionasen sus cuentas de manera más conservadora, registrando superávit en las épocas de expansión que rebajarían el riesgo de que fuera necesaria la intervención de Bruselas en los momentos de dificultades.
"Este club tendría legitimidad democrática, ya que los miembros de la eurozona podrían elegir entre entrar o no", explica la entidad, que apunta que aquellos países que prefirieran quedarse fuera y preservar así su soberanía no podrían acceder a los recursos de sus socios en caso de necesidad, "quedando a merced de los mercados internacionales".
"Seguramente se enfrentarían a costes de endeudamiento permanentemente más elevados en relación a los de los miembros del club, con el riesgo de una balcanización de sus mercados de capitales, lo que provocaría un debilitamiento del crecimiento a largo plazo", concluye el banco.