La salud ofrece un negocio gigante al mundo móvil
La facturación del 'm-health' podría alcanzar los 17.800 millones en 2017.
Es muy probable que próximamente vea a su médico utilizar el móvil mientras le atiende. No será una distracción. Simplemente estará consultando algún dato asociado a su dolencia o calculando la dosis que le corresponde de un fármaco. Y es que en 2012 unos 20.000 médicos (40.000 en 2014) dispondrán de la aplicación iDoctus en sus terminales. Estas son las cifras que aventura Ángel Díaz Alegre, director general y fundador de eDoctores, la empresa que comercializa iDoctus. Esta firma acaba de llegar a un acuerdo con siete sociedades científicas (como Semergen, de médicos de atención primaria), para que sus socios la descarguen de forma gratuita.
"Los médicos están migrando del PC al móvil, así que estas aplicaciones les puede ayudar en su camino. Además, un móvil o una tableta pueden ser un facilitador cuando se atiende al paciente, no tienen por qué ser una barrera como un ordenador", señala Díaz Alegre. El 20% de los facultativos españoles ya cuenta con un iPad propio, según la consultora Manhattan Research, y existen más de 20 millones de smartphones en España, lo que facilita el uso también para la información sobre la salud.
iDoctus proporciona a los médicos, por ejemplo, una calculadora de dosis de fármacos, actualizaciones científicas, una plataforma de colaboración entre profesionales o información sobre patologías, entre otros usos. Se asemeja a Epocrates y Medscape, dos aplicaciones que usan casi dos millones de facultativos en EE UU. Pero esta es solo una de las más de 10.000 aplicaciones para el móvil relacionadas con la salud que se encuentran en la Apple Store. Este es un mercado con un crecimiento exponencial, según un reciente estudio de la consultora PwC, que indica que los ingresos de la m-health (salud móvil) pasarán de los 3.485 millones de euros en 2013 a los 17.800 millones en 2017. Será en Europa (30% del mercado), Asia (otro 30%) y EE UU y Canadá (28%) donde más se instale el uso de estas tecnologías. Pueden ser desde dispositivos para ambulancias, de apoyo a los médicos gracias a los smartphones y hasta recordatorios sobre citas.
El uso no solo se enfoca a los profesionales de la salud sino también a los propios pacientes, como aplicaciones que nos ayudan a mejorar el bienestar o en el ámbito de la prevención (gracias a consejos), en el diagnóstico (telemedicina y call centers), tratamientos (por ejemplo, con SMS recordatorios) o la monitorización de enfermos crónicos.
Precisamente en este caso, Orange Healthcare ha desarrollado Diabetic, una aplicación para diabéticos, quienes incluyen en el móvil sus mediciones y pueden consultar gráficos y estadísticas sobre su evolución. Y al otro lado está el profesional sanitario, al que pueden hacer consultas y que monitoriza al paciente por si algún indicador falla. Incluso existe un glucómetro que se conecta directamente al móvil y transmite las mediciones que se realiza el enfermo. La operadora ha desarrollado Diabetic para la farmacéutica Sanofi, que lo ofrece como valor añadido a los médicos. Actualmente se utiliza de forma experimental en el Hospital de Puerto Real (Cádiz), aunque Orange ofrecerá una versión simplificada y gratuita a los pacientes. Otras operadoras también están interesadas en este negocio. Telefónica creó en 2010 su propia división de e-health y Vodafone, por ejemplo, ha desarrollado una monitorización de enfermos de alzhéimer.
"Todas estas aplicaciones favorecerán un autocontrol y una educación mayor de los pacientes sobre su enfermedad", argumenta Díaz Alegre. "Ahora tenemos que desarrollar aplicaciones más sencillas enfocadas a los mayores, por ejemplo, para televisión o tabletas", explica Itxaso Zubia, responsable de Orange Healthcare.
La cifra
20% de los facultativos españoles, y un 26% de los europeos, cuentan con un iPad propio, según Manhattan Research.