"Seremos muy estrictos en la carrera de nuestros letrados"
Especialista en fusiones y uno de los más prestigiosos abogados en el sector asegurador, es desde el pasado ejercicio el socio presidente de Uría Menéndez tras cinco años de codirector
El tercer despacho de abogados español por ingresos, Uría Menéndez, ha decidido volcar su estrategia de futuro en la calidad de sus profesionales. Nada de fusiones ni compras, "lo importante es seguir siendo capaces de seleccionar a los mejores", advierte el presidente de la firma.
Tras un año difícil para los despachos, ¿cómo le ha ido a Uría?
No creo que los despachos hayan tenido un 2011 peor que un 2009. En nuestro caso, ha estado bien. Aunque teníamos la perspectiva de crecer un 2%, al final nos hemos quedado en el 1,2%, hasta alcanzar los 188,7 millones de euros. Desde que yo estoy en esta casa ha sido el incremento más pequeño, pero puede decirse que es satisfactorio. El mayor tamaño hace que las posibilidades de crecimiento sean mucho más limitadas.
¿Cómo se bandea una crisis con una gran estructura?
Yo tengo una teoría al respecto. Aquí tenemos la suerte de no ser abogados anglosajones. Los letrados españoles y portugueses nunca nos hemos caracterizado por un altísimo grado de especialización. Las grandes firmas necesitan gente muy buena con capacidad de variar. Los que hoy llevan la reestructuración del sector financiero, hace seis o siete años estaban en M&A. Si uno solo sabe asesorar de swap puede ocurrir como en Gran Bretaña, que tuvieron que despedir a gente. Eso aquí no ha pasado.
¿Se ha aumentado la plantilla?
Si en 2007 éramos 776, al cierre de 2011 cerramos con 889, de los cuales 115 eran socios. Con fecha de enero se nombraron otros cuatro socios. Hay que tener en cuenta que para nosotros, el año 2007 fue un momento muy especial, al coincidir la crisis económica mundial con el fallecimiento del alma máter de este despacho, Rodrigo Uría. En ese escenario nos manejamos bastante bien. El año pasado fue el ejercicio en el que más contratos hicimos en la historia de la firma, unos 90 entre España y Portugal, aunque es verdad que tiene truco, porque, ante la entrada en vigor de la Ley de Acceso a la Abogacía, captamos más letrados pensando que durante dos años no íbamos a tener abogados. Al final, tras la reforma de Gallardón, no ha sido así.
¿Cuál es su opinión de cómo se hizo la transición en la compañía?
El fallecimiento de Rodrigo Uría fue traumático, pero también es verdad que dos años antes él ya había establecido lo que pensaba que debía ser su sucesión al nombrar a Luis de Carlos Bertrán y a mí como socios codirectores. Esa codirección se mantuvo dos años y funcionó muy bien. Fue de agradecer que toda la firma se pusiera detrás y que los competidores no tuvieran tentación de hacer maniobras. También, por qué no decirlo, la actitud de los clientes que se mantuvieron aquí. Una vez consolidada la transición, se estableció la figura de un socio director y un socio presidente.
¿Qué funciones asume cada uno?
El socio director está mucho más en el día a día del desarrollo de negocio, en la gestión. Yo mantengo todos los temas deontológicos y éticos de la firma, así como el seguimiento y trato de los socios y la representación institucional.
Pero a largo plazo, ¿cómo se adoptan las decisiones?
Aquí tenemos un consejo de administración y una dirección de la práctica profesional. Pero dicho todo eso, las estrategias aquí son bastante claras: estar como estamos. Esta firma no tiene intención de crecer. Nos parece que el tamaño que tiene es suficiente para sus objetivos. Eso sí, seguiremos siendo muy selectivos en el reclutamiento de los jóvenes abogados.
¿Y también con los socios?
Sí, seremos muy estrictos en la carrera de nuestros abogados, marcada por el up or out. Este es un proceso en el que, a veces, nos hemos podido relajar algo, y no lo digo para que se echen a temblar nuestros letrados porque vayamos a empezar a prescindir de ellos. Lo que digo es que, a veces, por la sobrecarga de trabajo que hubo en 2007, 2008 o 2009, pudo imperar una tendencia en la que un abogado que no iba a progresar al estadio siguiente en su carrera permaneciera un año o dos. Es un error. Hay que ser consecuente con uno mismo y si se piensa que una persona ha llegado a su tope, decírselo y no mantenerla con una indefinición en cuanto a su futuro. En eso hay que ser más estrictos.
¿Se descartan operaciones de calado?
Ni nos vamos a fusionar con nadie en los próximos 10 años ni vamos a adquirir ninguna firma.
"La captación de nuevos clientes es un reto"
El socio presidente de Uría Menéndez reconoce que la captación de nuevos clientes "es un reto para la firma". Desde su punto de vista, "aquella estrategia basada en que el buen paño en el arca se vende no se la cree ya nadie". Eso fue lo que le llevó hace seis años a crear un departamento de desarrollo de negocio para promover actuaciones con herramientas técnico-jurídicas.Respecto a la evolución que han tenido los modelos de facturación durante la crisis en los grandes despachos de la abogacía, explica que "muchos de los clientes que antes pedían facturaciones por hora, ahora exigen sistemas más creativos", lo que no le deja de generar cierta sorpresa, "porque es lo que hacíamos hace 10 años".Añade que siguen facturando una parte por hora, alrededor de la mitad de los ingresos, aunque especifica que "nosotros nunca hemos aplicado este sistema a toda nuestra actividad, como en el caso del procesal, corporativo o en fusiones y adquisiciones; por lo tanto, no hemos tenido que hacer un gran cambio de modelo". Respecto a los mecanismos para facilitar la inserción laboral de los abogados más jóvenes, José María Segovia aclara que Uría Menéndez tiene la intención de "firmar convenios con todas las universidades que nos lo soliciten", pero siempre que dejen al despacho "establecer un cierto filtro".
Abogacía "No me preocupa este año, sino 2014"
Dentro de las prácticas que mejor se han comportado el pasado año, José María Segovia destaca el área financiera, por las operaciones de reestructuración y consolidación de bancos y cajas. Uría Menéndez ha participado en casi todas ellas y su presidente vaticina que habrá más en este ejercicio. "Parece bastante claro que van a seguir produciéndose más fusiones, al menos en 2012, y que acabaremos con un número de entidades entre una decena y una veintena".
¿Cómo cree que se comportará la economía en este 2012?
Este año seguirá siendo un ejercicio complicado. Las reformas no van a crear empleo con carácter inmediato, por lo tanto, si nos creíamos que todo lo malo había pasado, me temo que no. Lo que hace falta es que la recuperación a lo largo del año que viene sea lenta, pero sostenida en el tiempo. Estoy seguro de que eso sí que se producirá en 2014.
¿Y el sector de la abogacía?
Para la abogacía de los negocios, que es lo que hacemos nosotros, lo veo un poco al revés. Estimo que 2012 y 2013 no serán demasiado malos, sino más bien similares a 2011 o un poquito mejor, porque seguirá habiendo concentraciones, reestructuraciones, litigios y acciones colectivas, que más tarde o temprano van a llegar a España. Pero con un crecimiento sostenido y lento, no va a haber espacio para demasiadas alegrías, entendiendo por esto grandes pleitos o compras. Las asesorías internas van a ser capaces de hacerlo muy bien, sin recurrir a abogados externos. No me preocupa 2012 ni 2013, pero sí 2014.
En ese escenario que prevé para los dos próximos ejercicios, ¿no cree que puede haber movimientos de concentración ?
No lo creo. Si vaticinase algo en este sentido, sería más bien lo contrario. En un escenario de ese tipo, lo que podría ocurrir sería una tendencia a la división. Firmas que piensen que tienen demasiada estructura, y que además es compleja, podrían llegar a pensar que más vale reducir tamaño.