La apuesta eléctrica de Renault
El constructor galo cifra sus expectativas en el Twizy, que ensambla en Valladolid
Renault inició su actividad industrial en España en 1953, cuando un grupo de inversores vallisoletanos consiguió la licencia del grupo francés para ensamblar en Castilla y León el 4/4. Ese primer año, Fasa -nombre con el que se constituyó la sociedad- produjo 707 unidades de este vehículo, que había tenido en Francia un éxito comparable al del Escarabajo de Volkswagen en Alemania.
Desde entonces, la factoría ha producido 17 modelos. En 1978 producía seis: la furgoneta R-4F, el deportivo Alpine, el turismo R-4 y sus variantes R-5, R-6 y R-7. Actualmente está enfrascada en el montaje del Twizy, el primer coche eléctrico que se hará en serie en España. La planta consiguió la adjudicación de este modelo, que se suma a la del Modus y el Clio, después de que los empleados aceptasen en 2009 una serie de recortes. Estos, sin embargo, habrían sido insuficientes ante el continuado deterioro del mercado, ya que en noviembre pasado la compañía presentó un ERE de 29 días para el centro. Desde el grupo apuntan que en los próximos años mantendrán su apuesta por coches eléctricos y la continuidad de las fábricas de Valladolid y Palencia. "Confiamos en el buen saber hacer de nuestro aparato industrial en España, por lo que seguiremos trabajando en maximizar la competitividad de las factorías españolas".