_
_
_
_
La opinión del experto

Crecimiento de calidad

Bart Baetens gestiona uno de los pocos fondos de Bolsa global con un comportamiento consistente

Crecimiento de calidad
Crecimiento de calidadCINCO DÍAS

Los fondos de inversión, pertenecientes a la categoría de Renta Variable Global o Internacional, buscan en general proporcionar una exposición diversificada a las Bolsas mundiales. Esta es, por tanto, una categoría con relevancia en el mercado de fondos, con abundante patrimonio gestionado y una oferta en número muy destacada. Concretamente, se contabilizan más de 350 fondos de inversión únicos registrados a la venta en España, de los que si se tienen en cuenta todas las clases se disparan hasta nada menos que los 1.600.

Curiosamente, entre tan amplia oferta, no es fácil encontrar fondos que consistentemente batan a sus índices de referencia. Así, no es extraño que para ganar exposición con un producto al conjunto de Bolsas mundiales uno pueda decantarse por un fondo índice o un fondo cotizado (ETF). La fuente del problema suele estar en que en una categoría con un universo de inversión tan amplio es habitual encontrarse sesgos sistemáticos destacados en muchos de ellos que en unas ocasiones funcionan a su favor y en otras, en su contra. Los más habituales suelen ser sesgos (exposiciones relativamente altas) hacia una área geográfica determinada o un estilo de inversión determinado. Por ejemplo, sesgos hacia Europa, que penalizaron las rentabilidades, por ejemplo, el año pasado, o hacia Bolsas de países emergentes.

En este artículo revisamos con el gestor Bart Baetens la gestión de uno de los pocos fondos que han mostrado en los últimos años un comportamiento destacado y consistente, el fondo de la gestora belga Petercam World Equities 3F. Posiblemente las dos características más destacadas en la filosofía de inversión del fondo son una apuesta temática amplia sobre lo que denominan IDEA (infraestructura, demografía, energía y agricultura) y un enfoque en compañías de gran calidad con un historial de rentabilidad muy largo.

Apuesta por compañías con un largo historial de generación de beneficios y pago de dividendos

La combinación nos parece saludable en el sentido de que la apuesta temática lleva intrínseca una desviación hacia el mundo de las economías emergentes con su mayor potencial y riesgo pero donde este último queda compensado por una disciplina de inversión en acciones de compañías normalmente grandes o muy grandes (más de 10.000 millones de dólares de capitalización bursátil) y con destacados historiales de beneficios y pago de dividendos.

Específicamente, el gestor solo considera en su universo de inversión compañías que tienen al menos un historial ininterrumpido de diez años de generación de beneficios y pago de dividendos. Otros criterios son calidad y compromiso del equipo gestor, bajo apalancamiento y un historial de supervivencia en diferentes periodos del ciclo. No siendo un fondo específico de alta rentabilidad por dividendo (hay un claro componente de compañías estilo crecimiento la cartera), es claro que el elevado rendimiento medio por dividendo que genera la cartera del fondo actúa como colchón. En este punto es destacable el hecho de que en un año complicado como el pasado todas las acciones en cartera aumentaron su dividendo excepto una.

Tras los diferentes filtros apuntados más arriba la selección final se hace en base a un análisis cualitativo de las compañías donde la lectura de los informes anuales juega un papel destacado. Un buen ejemplo del tipo de valores que uno puede encontrar en la cartera es Pepsico que tiene una estrategia clara de usar su maduro negocio de colas como caja para financiar negocios de alimentación saludable y potentes marcas con mayor potencial de crecimiento.

Ahondando en la apuesta temática IDEA, se hace adecuado destacar que el gestor basa la estructura de la cartera del fondo en la idea de que las economías emergentes seguirán disfrutando de un diferencial de crecimiento con respecto a las desarrolladas destacados (4-6%) con el horizonte del año 2020 en el punto de mira, acorde a las previsiones del FMI. De este modo, el peso de las diferentes regiones viene marcado por el peso del PIB y no de la capitalización bursátil como los índices tradicionales. Además está basado en un peso del PIB en base a las previsiones para el año 2020, lo que resulta en una cartera donde aproximadamente el 20% del negocio de las compañías proviene de Estados Unidos, otro 20% de Europa, entre un 5% y un 10% de Japón y un 50% del resto del mundo o lo que es similar a decir que prácticamente la mitad proviene de emergentes.

Esta estructura no está basada en el domicilio de las compañías sino que una mayoría en realidad se asientan en países desarrollados y cotizan en sus Bolsas, lo que proporciona mayor liquidez y menor volatilidad al fondo. El resultado final es una cartera bastante concentrada de 40 a 50 acciones con un peso igual en todas ellas.

Juan Manuel Vicente Casadevall. EAFI Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_