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La liquidez está garantizada... teóricamente

¿Cómo escapar del laberinto de las participaciones preferentes?

¿Están los inversores realmente atrapados en las preferentes? En teoría, no: las participaciones vendidas entre pequeños inversores tienen la liquidez garantizada. Cuestión diferente es el precio al que puedan venderlas.

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LaberintoThinkstock

¿Hay un 'corralito' de participaciones preferentes en España? Las alarmas han saltado entre los pequeños inversores que tratan de que les devuelvan el dinero que invirtieron. El sector financiero está en plena metamorfosis y este tipo de deuda, colocada de forma masiva entre minoritarios, también se ha visto afectada.

En el verano de 2010, la CNMV decidió intervenir en la comercialización de activos de renta fija entre los clientes de oficina. Un año antes, las entidades habían vendido entre minoritarios unos 12.000 millones de euros en participaciones preferentes; con ellas reforzaron sus fondos propios sin tener que pasar por el complicado trance de ampliar capital. Pero el producto entrañaba un gran número de peligros.

El problema está en la prácticamente inexistente liquidez de este tipo de participaciones en el mercado secundario. Las entidades las revendían a terceros clientes por el 100% del nominal, sin tener en cuenta que había estallado una crisis de deuda en toda Europa. Simplemente, encontraban a un inversor dispuesto a adquirir las participaciones y se las vendían al precio de emisión. El cliente vendedor conseguía liquidez, pero el comprador las adquiría, en la mayor parte de las ocasiones, por encima de su precio de mercado; o, por decirlo de otra forma, por encima de su precio justo.

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El organismo supervisor que preside Julio Segura considera que la reventa de preferentes en oficinas supone una práctica inaceptable, porque los precios deben formarse de la manera más transparente posible. Y así lo exigió en junio de 2010 y volvió a reiterarlo recientemente. AIAF, el mercado de renta fija privada propiedad de BME, es la plataforma más utilizada para que coticen las preferentes.

La mala noticia para los que compraron en su día las preferentes es que, después de todo lo que ha caído sobre el sector financiero y sobre el mercado de deuda, el valor de mercado de estas participaciones es notablemente inferior al que fueron vendidas en un principio. Pero esto no quiere decir que los inversores estén atrapados.

La CNMV se aseguró durante la avalancha de colocaciones de 2009 de que todas las entidades incluyeran contratos de liquidez en los folletos de emisión. El objetivo de esta medida es que los pequeños inversores puedan deshacerse de las participaciones si así lo desean. No existe, por lo tanto, un "corralito", pues las entidades en las que estén depositados los títulos deberían poder vender las participaciones en el mercado correspondiente, que en la mayor parte de los casos es AIAF.

Cuestión distinta es el precio al que se puedan vender los títulos. Los proveedores de liquidez se comprometen a comprar las participaciones a precios que se fijarán, en última instancia, bajo su propio criterio. Los emisores suelen cubrirse las espaldas con una fórmula genérica, como la que aparece en el folleto de las preferentes que Caja Madrid vendió en junio de 2009 y que hoy están en el balance de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia: "Los precios que cotice la entidad de liquidez serán fijados atendiendo a las condiciones del mercado existentes en cada momento teniendo en cuenta la rentabilidad de la emisión [...]".

Aunque depende de las condiciones establecidas en los folletos, es constatable que una parte de los proveedores de liquidez ni siquiera hacen públicos sus precios de compraventa en la página web de AIAF. Eso sí, los folletos de las participaciones colocadas en 2009 suelen incluir un número de teléfono en el que la entidad de liquidez se compromete a dar cuenta del precio al que comprará los títulos.

Siguiendo con el ejemplo de las preferentes vendidas por Caja Madrid en 2009 -que no están incluidas en la oferta de canje por acciones lanzada por Bankia-, el proveedor de liquidez es La Caixa, que se obliga a difundir diariamente los precios en Bloomberg y a través del teléfono 93 4047754. Así aparece en las páginas 35 y 36 del folleto registrado en la CNMV. Cincodias.com ha llamado al teléfono y el precio de compra al que está dispuesto a comprar es del 51% del nominal; es decir, el inversor, si le vende los títulos, sufriría unas pérdidas del 49% respecto a su valor inicial.

"En la práctica, hay muchas emisiones en las que apenas hay transacciones, de tal manera que el proveedor de liquidez comprará las participaciones bajo demanda explícita; es decir, hay que ponerse en contacto con él", señala un gestor de renta fija especializado en deuda subordinada.

Es cierto que los contratos de liquidez están condicionados a una serie de puntos, de forma que, en algunos casos, los proveedores pueden estar exonerados de comprar las participaciones. Es habitual que los proveedores no tengan la obligación de comprar más allá del 10% de la emisión. Es decir, si se colocaron 1.000 millones de euros en preferentes, el tope estaría en 100 millones; una vez llegada a esa cantidad el proveedor podría aducir que ya ha cumplido con sus obligaciones y no estaría obligado a comprar más participaciones.

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