EE UU vuelve a latir en el pecho de los inversores
Los clientes españoles se refugian en la economía americana del temporal europeo.
Apenas han pasado seis meses, pero ya casi nadie parece recordarlo. El 6 de agosto pasado Estados Unidos dejó de ser la inversión más segura del mundo cuando su deuda perdió la máxima calificación de Standard & Poor's. Poco antes había estado a punto de declararse en quiebra por primera vez en su historia. Un ajuste presupuestario acordado sobre la marcha evitó la catástrofe. A partir de ahí se produjo una inflexión.
Mientras la eurozona ha seguido acumulando malas noticias, la economía estadounidense ha ido de menos a más. El paro cayó en enero al 8,3%, la tasa más baja en tres años. Los despidos parecen estar disminuyendo y los pedidos de fábrica han aumentado. Los clientes de fondos de inversión no han sido indiferentes a esta tendencia. "A pesar del carácter cauto del inversor español, vemos flujos de entrada en activos de riesgo de EE UU", comenta Miguel Ángel García-Ramos, gestor del fondo Bancaja Renta Variable EE UU, que el año pasado obtuvo una rentabilidad del 4,7%, la segunda más alta de su categoría.
En 2011, el patrimonio de los fondos de acciones estadounidenses se incrementó en un 1,17%, en tanto que el de los europeos se redujo un 9,6%, según Inverco. Y mientras los primeros han registrado suscripciones netas por 15 millones de euros, los segundos han perdido 6 millones. "Esta situación de entradas netas de dinero solamente la han conseguido tres categorías más: renta variable euro, globales y garantizados de rendimiento fijo", destaca Salvador Vilallonga, director de la gestora de BMN, cuyo fondo Fonpenedès Bolsa USA fue líder en su categoría el año pasado, con un rendimiento del 9%.
Ignacio Sarría, socio de la firma de inversión Arcano, confirma que los problemas del euro han provocado en sus clientes un mayor apetito por fondos que invierten exclusivamente en compañías americanas. "En esta coyuntura, los inversores buscan economías desarrolladas con tasas de crecimiento superiores al 2%, que por ahora solo pueden ofrecer EE UU y Australia". La firma gestiona un patrimonio de 1.300 millones de euros, de los que el 60% procede de inversores institucionales en EE UU, Oriente Próximo y Latinoamérica.
Pero este es un año de elecciones en EE UU. La posibilidad de un cambio en la política fiscal de Washington mantendrá en guardia a empresas y consumidores por lo menos hasta noviembre, cuando se celebrarán los comicios. Con este panorama interno y el frente externo todavía dominado por la crisis del euro, cabe preguntarse si la economía americana podrá mantenerse como la alternativa a Europa en 2012. "Económicamente está en mejor forma que Europa, con un consumo sostenido y no amenazado por planes de ajuste fiscal. Con todo, el liderazgo en términos de crecimiento seguirá en manos de los países emergentes", dice Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis. Aun así, reconoce que los mercados americanos podrían ser un refugio si la crisis de Europa se recrudece, como ya ocurrió en 2011.
García-Ramos coincide en que los líderes serán los mercados emergentes, con crecimientos de entre el 6% y el 8% en el caso de Asia y del 4% en América Latina. No obstante, destaca que a largo plazo EE UU tendrá un crecimiento ligeramente superior a la tendencia y será un motor de crecimiento debido a su tamaño, como lo ha sido siempre. Sarría, por su parte, insiste en que si bien países como China y Brasil seguirán siendo los principales catalizadores de la economía en 2012, los últimos datos convierten a EE UU en el destino preferido de inversores con un perfil de riesgo moderado, que buscan economías con crecimientos de entre el 2% y el 3%.
En ese sentido, Adrien Pichoud, economista de Banque Syz, recomienda ser prudente. "A pesar del fortalecimiento del mercado laboral, la economía estadounidense sigue convaleciente tras la explosión de la burbuja del crédito de la década pasada, por lo que aún es frágil y muy dependiente de la coyuntura", advierte. De hecho, recuerda que a contracorriente del optimismo imperante, la Fed ha decidido en su última reunión aplazar aún más la necesidad de subir su tipo de interés referencial, de mediados de 2013 a finales de 2014.
Acciones baratas
Pero a la hora de invertir, los clientes de fondos y de banca privada no solo se fijan en los fundamentos económicos. El precio de las acciones y el potencial de subida también cuenta. En este aspecto, Antón sostiene que medido estrictamente por valoración, el índice S&P (que agrupa las 500 empresas más grandes de EE UU) no es más atractivo que el mercado europeo.
Al respecto, Pierre Puybasset, miembro del comité de inversión de Financière de l'Echiquier, una boutique francesa que administra unos 4.200 millones de euros en todo el mundo y cerca de 60 millones en España, considera que las acciones europeas cotizan en este momento a precios muy razonables. "La relación precio/beneficio del MSCI Europe está cerca de 10 indicio de que podría estar infravalorado y el precio en libros, en 1,5 euros, lo que constituye una oportunidad, ya que de acuerdo con la mayoría de estudios, el crecimiento económico mundial en los próximos cinco años va a ser superior al de la última década", argumenta.
Precisa que actualmente, el 50% de las empresas más rentables del mundo son norteamericanas, en tanto que el 25% son europeas. Sin embargo, hace diez años, las primeras representaban el 70%, en tanto que las segundas suponían el 20%. "En la última década, Europa ha mantenido su posición mientras que EE UU la ha ido perdiendo. Es la razón por la cual pensamos que podemos encontrar ideas interesantes de inversión en Europa que se beneficiarán del crecimiento global de la economía".
Pero al otro lado del Atlántico las acciones también están baratas. "Este es un buen momento para entrar en la Bolsa americana, ya que llevamos cinco años consecutivos con flujos de dinero saliendo de los fondos de renta variable estadounidenses y las empresas no solo están muy saneadas, sino que además están infravaloradas", comenta Heinrich Riehl, responsable en Europa de la gestora TCW, filial estadounidense de Amundi.
"Calidad y crecimiento a precio razonable" son los dos atributos más apreciados por los gestores a la hora de organizar sus carteras. "Preferimos empresas de gran capitalización y de elevado reconocimiento internacional, como Walt Disney, Johnson & Johnson y Exxon", precisa Vilallonga, de Fonpenedès Bolsa USA. Precisamente, por no cumplir el requisito de precio, Facebook no está en los planes inmediatos de muchas gestoras. "Nos gusta invertir en compañías que en tres años pueden tener un potencial de subida del 50% y este no será el caso de Facebook, porque saldrá al mercado a un precio muy alto", explica Puybasset, de l'Echiquier, cuyo fondo Echiquier Global tiene invertido el 36% en Estados Unidos y el 32% en Europa.
Por su parte, García-Ramos, de Bancaja Renta Variable EE UU, apuesta por Apple, Wendy's, Google, Colgate, Dollar General, Goldman Sachs y Caterpillar. "Cuando Facebook salga a Bolsa veremos la valoración, ya que no invertimos en buenas empresas, sino en buenos valores".
Seguro de cambio. "Es aconsejable cubrirse del efecto divisa"
Un dilema habitual de los inversores interesados en EE UU es si la exposición a esta economía debería hacerse con seguro de cambio o no. "Depende del riesgo que se desee asumir y el momento del mercado", contesta Eduardo Antón, analista de Inversis.Añade, sin embargo, que al tratarse de inversores en euros, su recomendación es hacerlo a través de fondos que cubran el efecto divisa. "Así no asumimos un riesgo mayor", precisa.En cambio, Manuel Ángel García-Ramos, gestor del fondo Bancaja Renta Variable EE UU, cree que la apuesta debe hacerse sin esta cobertura, porque la apreciación del dólar puede ser "una fuente extraordinaria de plusvalías". Reconoce que entraña un riesgo adicional, pero asegura que a largo plazo este no es excesivo.Destaca que la mitad de la rentabilidad obtenida por su fondo el año pasado (6,5%, según sus propias cifras) procedió del efecto divisa. En el caso de Fonpenedès Bolsa USA, del 9,22% conseguido por el fondo en 2011, un 3,17% correspondió al tipo de cambio.