Responsabilidad social: el caso de Inditex
La acción en el pasado mes de julio de la Administración Laboral brasileña, que detectó irregularidades en los contratos y en las condiciones de trabajo en dos talleres de la zona de São Paulo que fabricaban, entre otras, para algunas de las marcas de Inditex, se convirtió en relevante noticia en los medios de comunicación de ese país y del mundo entero. Actualmente lo está siendo la multimillonaria inversión social (TAC) firmada con las autoridades brasileñas para incentivar la promoción de derechos humanos en este país y, de paso, reparar también anteriores irregularidades, y así debe ser. Pero también debería ser noticia el cómo se ha abordado la cuestión, tanto desde la propia empresa como desde el sindicalismo.
Los 15 trabajadores afectados, sobre un total de unos 5.000 que trabajan en los talleres brasileños que suministran a Inditex, eran en su mayoría inmigrantes bolivianos en situación irregular, de entre las muchas decenas de miles de bolivianos que emigraron a esta región brasileña.
Inditex, ha intervenido de forma directa para la aplicación del Código de Conducta que aplica a sus proveedores y a los talleres que para estos trabajan. Esta situación ha provocado que los trabajadores implicados hayan visto regularizada su situación laboral y los talleres hayan tomado medidas relativas a la salud y seguridad laborales. A ello también ha contribuido la Federación Sindical Textil Internacional, así como los sindicatos brasileños y el sindicalismo español, que hemos abordado la cuestión entendiendo que se trataba de resolver el problema de los trabajadores bolivianos en Brasil. A su vez, esta experiencia se traduce en una nueva iniciativa de desarrollo del potente Acuerdo Marco Internacional suscrito hace 4 años por Inditex con la Federación Sindical Internacional, y que constituye la pieza angular de los compromisos de responsabilidad social de la que es la primera empresa distribuidora de ropa en el mundo.
Tales iniciativas se concretaron en el mes de septiembre con un ahondamiento del Acuerdo Marco Internacional mediante un protocolo de actuación firmado por el secretario general de la Federación Sindical Internacional y del director de RSC de Inditex. En el documento se establecen los criterios generales para la intervención en la aplicación y seguimiento del Acuerdo Marco de los sindicatos locales de los 60 países en los que se ubican los aproximadamente 1.300 proveedores en los que trabajan más de 500.000 trabajadores que fabrican las prendas con las marcas de Inditex, así como de marcas de otras multinacionales del vestido y la confección. Al mismo tiempo, la Federación Sindical Internacional e Inditex acuerdan desarrollar un programa de formación del Trabajo Decente a partir del propio Acuerdo Marco, el Código de Conducta y los Convenios de la OIT, dirigido tanto a los sindicalistas como a los directivos de esta red de producción mundial, con el objetivo de impulsar también el diálogo social entre ambos a todos los niveles.
Esta actividad ha tenido además, una concreta, positiva y novedosa expresión en el acto desarrollado el 10 de noviembre en São Paulo. En él, participaron la Federación Sindical Internacional, cuya representación ostentó Fiteqa-CC OO, e Inditex, junto a sus 33 proveedores en Brasil, que han explicitado su compromiso de aplicar de forma estricta las normas del Trabajo Decente y observar y hacer observar el contenido del código de conducta de la multinacional española en toda su cadena de subcontratación. Intervinieron también el Sindicato de Costureiras brasileño, la dirección de la OIT en Brasil, el Observatorio Social y el Instituto Ethos, instituciones todas ellas que asumieron también compromisos concretos para contribuir a la eficacia de los acuerdos de responsabilidad social empresariales.
Explicando experiencias positivas como esta, difundiendo avances concretos que se producen y esfuerzos para resolver problemas reales, es como más podemos poner en evidencia que corregir y superar los graves problemas de explotación, incumplimiento de normas de la OIT y violaciones de derechos humanos, no constituye una tarea imposible porque no son catástrofes naturales imprevisibles. Por el contrario, son el resultado y la consecuencia de las particulares políticas de responsabilidad y decencia de cada empresa y de su rigor en el seguimiento y verificación de los compromisos de RSC, y la eficaz aplicación de sus códigos de conducta, con la función que corresponde a todas las demás partes interesadas e implicadas.
La experiencia de los compromisos expresados en São Paulo evidencian para el movimiento sindical que la responsabilidad social puede constituir no solo un marco eficaz de compromisos empresariales cuando estos son sinceros, sino también un instrumento de interlocución y diálogo social entre las empresas multinacionales y la sociedad. Y una contribución desde el sindicalismo, conjuntamente con instituciones como la OIT y las Administraciones públicas, para una interacción eficaz en la lucha por el Trabajo Decente en el mundo y para que el gozo de unos pocos no se vista con el sufrimiento de muchos.
Joaquim González Muntadas. Secretario general de Fiteqa CC OO