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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

AT&T y Deutsche Telekom rompen, ¿y ahora qué?

Se veía venir. Al final, AT&T ha decidido poner fin al proyecto de adquisición de T-Mobile USA, filial de Deutsche Telekom en EE UU. Habría sido la mayor operación corporativa en la industria de las telecomunicaciones en los últimos tiempos, al superar los 39.000 millones de dólares (unos 29.800 millones de euros). El movimiento habría convertido a AT&T en el líder del mercado del móvil estadounidense, por delante de Verizon, y habría supuesto la salida de Deutsche Telekom del citado país tras lograr una fuerte captación de dinero destinada a la reducción de deuda.

AT&T justificó su decisión en la fuerte oposición de los reguladores norteamericanos al acuerdo, quienes han considerado que la compra suponía la desaparición de uno de los actores del negocio del móvil en EE UU con un indudable impacto para la competencia. Ahora bien, de fondo ha habido una corriente de opinión que apuntaba a que la Administración Obama no quería que, en un momento de crisis en los mercados de capitales como el actual, AT&T, con la ayuda de buena parte de la banca estadounidense, liderada por JP Morgan, financiase a Deutsche Telekom. Y más cuando es una empresa que tiene casi un 30% de participación estatal. Es decir, cerca de 13.000 millones de dólares iban a pasar, bien en efectivo bien en acciones, a manos del Gobierno de Angela Merkel, al menos de manera indirecta.

Ahora, la cuestión es qué harán los protagonistas de la operación, porque en gran medida venía a suponer un cambio de gran relevancia en la estructura de su negocio.

Deutsche Telekom planeaba destinar 13.000 millones a reducir deuda y 5.000 millones a recomprar títulos

Para empezar, AT&T tendrá que pagar 4.000 millones de dólares en efectivo a Deutsche Telekom más una serie de activos, básicamente franjas de espectro, lo que sitúa la indemnización final en 6.000 millones. Al renunciar a T-Mobile USA, AT&T se queda sin resolver sus problemas de red para alcanzar una cobertura nacional completa. Un problema que se agrava en un momento como el actual de implantación del 4G con la tecnología LTE.

AT&T es una compañía fuerte en términos financieros. De hecho, el pasado viernes, quizá porque ya planeaba poner fin al acuerdo con Deutsche Telekom, anunció un nuevo incremento de su dividendo trimestral. Y van ya 28 trimestres consecutivos de subida. La operadora ha destinado a esta retribución un total de 7.600 millones de dólares en los nueve primeros meses del año, muy por encima de los 4.100 millones de Verizon. El problema de AT&T es que tiene dinero pero no tiene muchas opciones de compra en el mercado del móviles de EE UU. Uno de los nombres que ha sonado en el mercado es la empresa de televisión vía satélite Dish Network, que dispone de frecuencias para telefonía móvil en gran parte del país, y cuyo precio rondaría los 12.000 millones. A su vez, Barron's citaba otros posibles objetivos para AT&T como Leap Wireless y MetroPCS, pero, por ahora, solo hay especulaciones.

Para Deutsche Telekom se abre un periodo incierto, pese a recibir los citados 6.000 millones. Su intención anterior pasaba por destinar 13.000 millones de euros a reducir deuda (actualmente ronda los 43.300 millones), y otros 5.000 millones a recompra de acciones como vía para retribuir a los accionistas. Malo para una compañía con gran presencia en países en grave crisis como Grecia.

En términos de operaciones, su filial T-Mobile USA podrá usar la red de AT&T para ampliar su cobertura en EE UU durante los próximos siete años, tras un acuerdo entre los dos grupos. Pero es solo un parche. T-Mobile es actualmente el cuarto operador del país y no ha dejado de perder clientes en los últimos tiempos. Deutsche Telekom, que ha desperdiciado un año para buscar otras vías, debería hacer una fuerte inversión para ampliar sus actuales infraestructuras en el país y extender la cobertura de LTE. Bank of America Merrill Lynch advirtió ayer que T-Mobile USA tendrá que destinar los fondos procedentes de la indemnización a "reparar" su negocio.

Nuevas opciones

Ante estas circunstancias, en los mercados se extienden otras posibles opciones para Deutsche Telekom. Así, una alternativa que manejan los analistas pasaría por firmar un acuerdo en EE UU similar al establecido en Reino Unido con France Télécom, por el que ambas compañías unieron sus operaciones en el mundo móvil en la sociedad Everything Everywhere.

Otros analistas son más drásticos y no descartan que Deutsche Telekom venda T-Mobile USA. Una fórmula similar pasaría por la colocación en Bolsa de esta filial, aunque, en este caso, para lograr atraer a los inversores, la operadora germana estaría obligada a enderezar la evolución de su participada.

En una línea similar están quienes apuestan por una fusión de T-Mobile USA con Sprint, lo que supondría la integración del tercer y el cuarto operador nacional. Para Sprint sería una salida a su crisis, derivada de las fuertes inversiones en nuevas redes, y una vía para recuperar el crecimiento.

Y mientras las operadoras aclaran sus estrategias, quienes ya van a perder seguro son los bancos de inversión que asesoraban a AT&T y Deutsche Telekom. Según The New York Times, estas firmas se han quedado sin los 150 millones de dólares que se iban a repartir y citaba a JP Morgan, Morgan Stanley, Citigroup, Deutsche Bank, Credit Suisse, Greenhill & Company y Evercore Partners. Sin duda, una mala noticia para estos tiempos de menor actividad corporativa.

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