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Columna
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Recapitalización sin ayudas estatales

La recapitalización de los grandes bancos europeos ha tenido una entusiasta acogida por parte de los inversores. El índice europeo de bancos se disparó un 9% después de que los reguladores desvelaran que los prestamistas del continente necesitan 106.000 millones de euros en capital adicional.

En cierto sentido, la euforia estaba justificada. La caída de un tercio del índice de bancos entre julio y octubre se debe en parte a que los inversores asumieron que la crisis en la zona euro supondría nacionalizaciones de bancos a gran escala. Pero al margen de los bancos de países rescatados como Grecia y Portugal, la mayoría no necesitará ayudas estatales para alcanzar el 9% de ratio Tier 1, después de los recortes de la deuda soberana antes de junio de 2012, impuestos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés).

Mire, por ejemplo, España. La factura de 26.000 millones de euros para los cinco mayores prestamistas del país parece algo doloroso -especialmente los 15.000 millones de euros del Santander-. Pero el mayor banco de España puede generar 8.500 millones de euros de capital convirtiendo obligaciones convertibles en acciones, y cree que generará otros 3.600 millones de euros de ganancias reservadas hasta junio. Añada 4.000 millones de euros de ajustes contables, como reducir la ponderación de activos por riesgo, y el déficit desaparece.

Otros grandes bancos europeos, como BNP Paribas, dice que puede alcanzar el ratio sin obtener capital en el mercado o incluso recortando dividendo. Otros, como Société Générale, podría en el peor de los escenarios necesitar sacar a los inversores 1.000 millones de euros más o menos. Los bancos italianos tienen todavía que confirmar su déficit individual, pero incluso si el Gobierno tuviera que pagar la factura entera de 15.000 millones de euros, apenas se movería el dial de la deuda soberana.

Los bancos seguirán siendo vulnerables si el crecimiento de la zona euro permanece anémico. Y no está nada claro que la recapitalización sea suficiente para reabrir los mercados de financiación. El plan de la EBA para proporcionar a la zona euro una garantía recíproca para la deuda bancaria aún se está diseñando. Cuando se les pase la euforia a los inversores, el problema permanecerá.

Por George Hay, Fiona Maharg-Bravo

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