La deuda española no es el problema
El ejercicio de recapitalización de la banca europea pierde el punto en España. Los Gobiernos de la UE esperan restaurar la confianza en el sistema financiero europeo forzando a los bancos a levantar capital después de reconocer potenciales pérdidas en la deuda soberana. Pero el problema con los bancos españoles es su exposición al ladrillo, no a los bonos del Estado.
Aunque los detalles finales aún están siendo negociados, la última petición de la UE debería ser manejable para España, que endureció los ratios de capital de los bancos a principios de este año. El ratio Tier 1 de muchos prestamistas se aproxima al 9% que piden los reguladores europeos -aunque esto supone que los bonos convertibles cuentan para el total-.
Ajustar los bonos soberanos al precio de mercado tampoco debería ser demasiado estresante. Los bancos españoles que participaron en los test de estrés de julio tienen una exposición neta a la deuda del país de 222.000 millones de euros. Pero en base a los actuales precios de la deuda a cinco años, el recorte implica solo 4.400 millones. Además, parece que los bancos más pequeños se escaparán al test: solo los cinco mayores prestamistas españoles tendrán que cumplir con los nuevos requisitos, según Reuters.
Los inmuebles son una historia diferente. Los prestamistas aún están expuestos a los promotores y tienen varios miles de millones en activos adjudicados. El sistema bancario ha apartado en conjunto 105.000 millones de euros para préstamos incobrables, y el fondo de reestructuración español ha inyectado hasta ahora 17.600 millones en las cajas de ahorros. Pero dado el clima de deterioro económico, hay un amplio consenso en que las provisiones existentes no cubrirán las pérdidas potenciales. En teoría, cada euro de capital adicional ayuda a hacer frente a futuros saneamientos. Pero la recapitalización no incentiva el saneamiento de los préstamos inmobiliarios. Y puede que dificulte una mayor consolidación en España, porque se reduciría la capacidad de los grandes bancos para comprar las cajas de ahorros quebradas.
El objetivo del ejercicio de recapitalización de Europa es restaurar la confianza en los bancos y permitirles una vez más empezar a financiarse en el mercado mayorista. Resolver la crisis de deuda soberana claramente ayudaría a España, y por extensión a sus bancos. Pero no resolvería las duda sobre posibles futuras pérdidas inmobiliarias en España.