Reserva Federal, cuidado paliativo para los mercados
Un nuevo estímulo no será suficiente para recuperar los parqués.
La Reserva Federal nos puede ayudar a que no suba la fiebre, pero los mercados seguirán muy enfermos". Así resumía ayer Mercedes Camacho, analista de IGF, su visión sobre el impacto que podría tener en las Bolsas la reunión de la Fed que empieza hoy. Al igual que ella, otros expertos no tienen depositadas altas expectativas sobre el encuentro. Cuando la Fed decidió ampliar a dos días la cita, hubo alegría entre los inversores; la posibilidad de un tercer programa de estímulo a la economía (quantitative easing) cobraba fuerza. Pero a medida que han ido pasando los días, se ha perdido.
"Un Q3 está casi descartado. La Reserva Federal tendría que hacer algo incluso mejor, aunque su margen de maniobra es bastante limitado. El mercado está más ahora por que la institución decida vender bonos a corto plazo para comprar los de a largo con el objetivo de aplanar la curva entre ambos. Así, podría mejorar el mercado inmobiliario", explica Susana Felpeto, subdirectora de renta variable de Atlas Capital.
Sería un anuncio bien recibido por las Bolsas, pero no la panacea ni para Estados Unidos, ni Europa. "De las opciones realistas que tiene la Fed en estos momentos (alargar la duración de su cartera de deuda, bajar los tipos de interés de los depósitos y hasta fijar objetivos de desempleo e inflación), no me parece ninguna suficientemente importante como para ser un catalizador de una recuperación consistente. Un QE quizás, pero solo con unos mercados mucho más deteriorados. Las Bolsas necesitan confianza en que las autoridades conocen los problemas actuales y se muestran capaces de enfrentarse a ellos", comenta José Luis Martínez, estratega de Citi.
En cuanto a Europa, los expertos consideran que las dificultades deben abordarse desde dentro. "El principal problema es que nadie sabe dónde puede estar la solución. Grecia es el principal inconveniente y tiene margen para aplicar reformas encaminadas a cumplir con los objetivos de déficit, como acelerar las privatizaciones", explica Javier Barrio, responsable de ventas institucionales en España de BPI.
Algunos analistas ven en los eurobonos una probable salida a la crisis. "Grecia está quebrada y hay que evitar el contagio al resto de los países y al sistema financiero. Yo veo la necesidad de establecer una política fiscal común para la emisión de eurobonos. Al menos sería importante que hubiera una intención de ello", explica Susana Felpeto.
De momento el debate en este sentido está abierto. Alemania parece no estar dispuesta, mientras que el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso se ha mostrado partidario. "No es tan sencillo. Con los eurobonos encareces la financiación de los países que no tienen problemas para que a los otros se les reduzca", dice Javier Barrio.
De una forma u otra, Europa deberá pronto tomar decisiones. Dentro de un mes expira el plazo para que Grecia acceda al sexto tramo de ayudas por 8.000 millones de euros. Y el Gobierno heleno ya ha avisado que si no recibe este paquete no tendrá dinero para pagar nóminas ni pensiones.