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Impuesto sobre el patrimonio

El 10% de los declarantes aportan el 72% de los ingresos

La intención del Gobierno es elevar el mínimo exento para que solo las grandes fortunas, y no la clase media, tribute por Patrimonio.

Se establece un impuesto excepcional y transitorio sobre el patrimonio neto de las personas físicas, como tributo directo de naturaleza personal, que se exigirá en todo el territorio español". Así rezaba el artículo primero de la Ley de Medidas Urgentes sobre la Reforma Fiscal de 1977, que puso en marcha un impuesto que, si bien debía ser "excepcional y transitorio" se mantuvo hasta 2008. Ese año, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero lo eliminó a efectos prácticos por "obsoleto, injusto y afectar a las rentas medidas".

Sin embargo, los últimos datos estadísticos muestran que los declarantes con un patrimonio superior al millón de euros sumaban el 10% del total y, sin embargo, aportaban el 75,5% de la recaudación. Es decir, el grueso del tributo recaía sobre fortunas considerables. Estas son las claves para entender el impuesto sobre el patrimonio y su previsible recuperación.

1. ¿Qué es el impuesto sobre el patrimonio y qué grava? El impuesto sobre el patrimonio es un tributo que grava los bienes y derechos de las personas físicas. Es decir, no se aplica a bienes pertenecientes a una compañía. Por ejemplo, una avioneta privada tributará por el impuesto si su titular es una persona física pero no si está a nombre de una empresa.

La base imponible se determina con los bienes de carácter económico de un contribuyente. Se incluyen inmuebles, depósitos bancarios, valores en bolsa, seguros de vida, valores en renta fija, vehículos, obras de arte, joyas, entre otras.

2. ¿Quién debe pagar este impuesto? La legislación actual -el impuesto sobre el patrimonio aún está vigente en el plano teórico- establece que pagarán el impuesto aquellos contribuyentes cuya base imponible supere los 108.182,10 euros. Es decir, cuando el patrimonio neto -una vez restadas las deudas- se sitúa por encima de este umbral se debe tributar. Por ejemplo, un contribuyente que tenga un depósito en el banco de 150.000 euros, una segunda vivienda en la costa valorada en 300.000 euros y un crédito hipotecario pendiente de 200.000 euros presentaría una base imponible de 150.000 y, por lo tanto, estaría sujeto al impuesto. Sin embargo, los primeros 108.182 euros están exentos y solo tributaría por el resto de su patrimonio neto.

Por otra parte, los contribuyentes cuya base imponible no alcance los 108.182 euros pero su patrimonio supere los 601.012 euros, también deberán declarar el impuesto. Ello se incluyó para realizar un mayor control de las grandes fortunas y evitar que se inflaran las deudas para sortear el impuesto.

3. ¿Por qué se eliminó en 2008? El PSOE ganó las elecciones con un programa electoral en que prometía eliminar el impuesto sobre el patrimonio porque gravaba "el ahorro de las clases medias". La radiografía del impuesto indica que el 50% del millón de declarantes del impuesto en 2007 presentaban un patrimonio inferior a 300.000 euros. Sin embargo, este colectivo solo aportaba el 3,3% de la recaudación. Por ejemplo, un contribuyente con un patrimonio valorado en 275.000 euros pagaba de media 300 euros por el impuesto sobre el patrimonio. El grueso de los ingresos se obtenía de los contribuyentes con patrimonios superiores al millón de euros. El Ejecutivo no eliminó el impuesto, simplemente estableció una bonificación del 100% sobre la cuota. Es decir, basta eliminar ese beneficio fiscal para que el tributo vuelva a funcionar.

4. ¿Por qué el Gobierno recuperará ahora el impuesto? Supone un guiño electoral a la izquierda ya que fue este mismo Ejecutivo quien lo suprimió tildando el tributo de "injusto". En cualquier caso, todo apunta que el Ejecutivo elevará el mínimo exento en torno al millón de euros. Ello excluirá de pagar al 90% de los contribuyentes que, con la legislación actual, entraban dentro de los obligados tributarios. En cualquier caso, también se reducirán los ingresos ya que establecer el mínimo exento supone que el primer millón de patrimonio neto no tributa y, en 2007 -último ejercicio en el que se pagó el tributo-, el mínimo exento estaba en 108.182 euros.

5. ¿Realmente las grandes fortunas pagaban por su patrimonio? Esa es la eterna pregunta y la gran crítica que recibe el tributo. Al igual que sucede con el impuesto sobre sucesiones y donaciones es relativamente fácil sortear el pago del impuesto. Basta con asociar los bienes a una empresas para evitar el pago del impuesto. En este sentido, los grandes patrimonios españoles suelen gestionarse a través de compañías y, por tanto, no están sujetas a un tributo dirigido solo a las personas físicas.

6. ¿Cuánto se recauda por el impuesto? En el último año de aplicación -el ejercicio 2007, que se abonó en 2008-, se recaudaron 2.121 millones de euros y se recibieron casi un millón un millón de declaraciones. Sin embargo, incluso si el Gobierno restableciera el impuesto sin elevar el mínimo exento, no se volvería a alcanzar una cifra igual. La crisis y el desplome de la bolsa ha reducido sensiblemente el patrimonio y el ahorro de los españoles.

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