Los fondos monetarios de EE UU bajan un 20% su exposición a la banca europea, según Fitch
La inquietud que despierta la banca europea en los mercados, como consecuencia de su papel en la crisis de deuda soberana que sufre el Viejo Continente, está alejando a los inversores de las emisiones de deuda de estas entidades. Una tendencia que se ha acelerado en los últimos meses, cuando las presiones se han intensificado sobre España e Italia, tensando la cuerda que rodea al euro y al sistema financiero europeo. Así lo refleja un informe publicado ayer por la agencia de calificación de riesgo Fitch, que revela que desde finales de mayo a cierre de julio de este ejercicio la exposición a la banca europea de los grandes fondos de inversión monetarios estadounidenses ha descendido un 20%.
La tendencia ha sido especialmente acusada en torno a la inversión en entidades españolas e italianas. En solo dos meses, el montante destinado a ellos por los fondos norteamericanos ha caído un 97%, hasta "rondar actualmente el 0%" de su inversión. El impacto en términos absolutos, sin embargo, ha sido más grave para las firmas alemanas, por ejemplo, dado que el monto destinado a ellas era mucho mayor. El estudio de Fitch toma como muestra los balances de diez de los mayores fondos de inversión de EE UU de esta categoría, que representan en torno al 43% de los 1.53 billones de dólares que se calcula maneja el sector. Así, el pasado mayo el peso de los bancos españoles e italianos en la cartera de inversiones de esta decena de entidades suponía el 0,8%. Aunque ahora su presencia sea casi nula, la desinversión es mayor en la banca germana, que ha pasado de ser el 5,3% al 4,4% (una caída del 42,4%).
Una quincena de bancos, encabezados por BNP Paribas y Rabobank, acumulan casi la mitad de todo el capital estadounidense. En dicha lista no figura ningún banco español.
Apostando a corto
La volatilidad que atraviesan los títulos financieros en el mercado estos días es, a la vez, causa y consecuencia de que estos grandes fondos hayan cambiado también sus preferencias en los plazos, reduciendo la compra de papel de larga duración, y elevando su apuesta por las inversiones a corto plazo. En el caso de las entidades galas, las inversiones de una semana o menos de duración suponen ya el 20% del total.