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Columna
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Más vale cantidad que no calidad

Una rebaja en la nota francesa convulsionaría el fondo de rescate de la zona euro. La triple A francesa es el débil nexo en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que pronto se ampliará. Pero mientras que una menor calificación aumentaría el coste en los préstamos, esto no tendría que suponer un desastre.

Los 17 miembros de la zona euro dan garantía al FEEF. Sin embargo, son los seis países con triple A los que han permitido a las agencias otorgarle el grado superior. Se acaba de adoptar un plan para ampliar su capacidad desde alrededor de 225.000 millones euros a unos 450.000 millones. Francia financiará unos 158.000 millones -equivalente al 35% de las garantías triple A del fondo-. Las tres agencias de calificación confirmaron recientemente el estatus del país. Pero, tras la decisión de Standard & Poor's de despojar a EE UU de su calificación más alta, muchos inversores piensan que Francia es la siguiente.

Eso complicaría las cosas. Para mantener el tamaño del FEEF y su calificación, los cinco restantes con triple A tendrían que incrementar sus garantías -poniendo las suyas en peligro-. La carga recaería principalmente en Alemania, que tendría que aumentar sus garantías en unos 325.000 millones -equivalente a casi el 15% de su PIB-. La fuerte oposición pública a los rescates actuales significa que probablemente esto no tendría futuro. Una alternativa sería dejar caer al FEEF un escalón. Eso permitiría también al fondo ser más grande: actualmente cuenta con garantías de países con doble A que equivalen a 575.000 millones. Incluso excluyendo a España -con doble A, pero pudiendo necesitar algún apoyo- el fondo tendría alrededor de 480.000 millones de capacidad. Una calificación doble A elevaría los costes de financiación. Lo que a su vez elevaría los costes de rescate de Grecia, Irlanda y Portugal. Pero ese sería el precio de un fondo mayor.

Un escenario favorable no está garantizado. En este punto, los legisladores necesitarían tener en consideración pasos más radicales como emitir bonos comunitarios. Pero por ahora, el FEEF parece el mejor plan disponible.

Por P. THAL LARSEN / N. UNMACK

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