Los mercados sucumben ante el temor al impago de la deuda en EE UU
El nerviosismo en los mercados va en aumento. La falta de consenso en EE UU para elevar el techo de endeudamiento acentúa la debilidad de las Bolsas, al tiempo que los inversores siguen poniendo a prueba el plan de rescate europeo. En este contexto y con unos datos económicos que no terminan de acompañar, las Bolsas cayeron de forma generalizada ayer. El Ibex perdió un 1,93%, hasta los 9.642 puntos, y la prima de riesgo repuntó a 332 puntos básicos.
No esperamos que los mercados puedan tomar una senda alcista hasta que se solucionen los problemas en Washington", advertían ayer desde Link. Un pronóstico acertado ayer pues el rojo se impuso en las Bolsas.
Los inversores han dejado de centrar su atención en los problemas de Grecia para desviar la mirada a EE UU. Nadie en el mercado da una verdadera probabilidad a una suspensión de pagos en principal economía del mundo. El evento desataría un terremoto de tal calado -recesión y graves caídas en los mercados- que los expertos coinciden en augurar algún acuerdo político tarde o temprano, aunque sea de mínimos. El problema es que el tiempo apremia y las posturas entre demócratas y republicanos no terminan de acercarse a escasos días del 2 de agosto, fecha clave para alcanzar el acuerdo.
Moody's, Standard & Poor's y Fitch ya han advertido que rebajarán la calificación crediticia de EE UU si no se aumenta el límite legal de endeudamiento de 14,3 billones de dólares y se acompaña el acuerdo con un plan creíble para rebajar el déficit de forma sustancial.
Con el paso de los días, la probabilidad de que EE UU pierda la triple A va en aumento, otro evento que pese a ser esperado en cierta medida, muchos temen desestabilice tanto el mercado de deuda como el de renta variable. Credit Suisse comentaba ayer que da un 50% de probabilidad a una rebaja de rating de EE UU y no descarta caídas del 15% en las Bolsas si finalmente no se consigue elevar el techo del deuda por un periodo de al menos tres meses.
La propia Fitch salió ayer con un informe que evaluaba las previsibles consecuencias de una rebaja de rating a EE UU. La agencia asegura que el impacto dependerá del horizonte temporal y si bien reconoce que a corto plazo podría desatar volatilidad en los mercados, también considera que si la rebaja es moderada, digamos hasta AA, la probabilidad de que la deuda de EE UU se mantenga como referencia mundial es alta, dado el tamaño y la liquidez sin precedentes del mercado estadounidense. Eso sí, también recalca que a largo plazo, si EE UU no es capaz de mejorar su calidad crediticia sí podría perder su hegemonía como activo de referencia en renta fija.
A la espera de ver cómo acaba el culebrón político en Washington, las Bolsas europeas sufrieron castigos ayer que oscilaron entre el 2,81% de la Bolsa italiana y el 1,23% de la británica con los bancos (-2,16%), la automoción (-2,14%) y las aseguradoras (-2,12%) entre los más azotados. En España, la avalancha de resultados tampoco sirvió para enderezar la sesión. Destacó la decepción que causaron los de Santander (-3,18%), entidad que cayó con el resto del sector.
En Wall Street, además del ruido alrededor del déficit, pesó también la caída inesperada de las peticiones de bienes duraderos en junio, así como la rebaja de rating a Grecia por parte de Standard & Poor's, la agencia dejó la calificación en CC desde CCC, a tan solo un paso de considerar el país insolvente. El Dow Jones cayó un 1,59%, el Nasdaq, el 2,65% y el S&P 500, un 2,03%.
España e Italia siguen bajo el yugo de los inversores
Hoy hace una semana que Banca Cívica dio el salto a la Bolsa. Han sido cinco sesiones intensas, al igual que lo fue el periodo de colocación de la OPS, con los problemas de la deuda periférica y las dudas sobre la economía estadounidense. El inicio de su cotización fue discreto, ya que cerró su primera sesión al precio que partía: 2,7 euros, valor que se encontraba en el mínimo de la horquilla. Pero en las jornadas siguientes se ha ido debilitando siendo la última la peor, con un recorte del 8,75%. Cívica acumulaba un descenso del 11% desde el debut.Credit Suisse, banco coordinador de la oferta, evitó ayer que el descenso fuera más amplio. La entidad se quedó con un saldo neto (compras menos ventas) de 2,65 millones de acciones, el 30% de lo que se movió en la jornada.Sin embargo, otras entidades que participaron también en la OPS como Ahorro Corporación (en la parte institucional) y Morgan Stanley se situaron en el grupo de mayores vendedores. Banca Cívica tiene pendiente la ejecución del green shoe, cupo de acciones que se reserva a los colocadores en la oferta, y hay dudas de que se complete dado el escaso interés que ha habido entre inversores cualificados.En la misma situación se encuentra Bankia, aunque la cotización se ha sostenido mejor gracias a la ayuda desde la primera jornada de JP Morgan. Ayer, día en el que cumplió su primera semana en Bolsa, perdió el 0,68%. Los inversores que acudieron a la oferta pierden el 2,26%.
Banca Cívica acumula una caída del 11%
Para España e Italia el efecto del pacto del Eurogrupo para diseñar nuevos paquetes de ayuda a Grecia que se confirmó hace una semana se ha disipado. Las primas de riesgo de estos países se relajaron de forma inmediata tras el acuerdo, pero ayer ya cotizaban por encima del pasado jueves, a 332 y 311 puntos básicos. Y es evidente que los inversores están haciendo distinción, porque el spread de la deuda del resto de los países periféricos de la zona euro se ha estrechado. En Grecia, Irlanda y Portugal la prima ha descendido de 1.457, 1.029 y 914 de hace una semana, a 1.209, 852 y 821.En cuanto a los bonos, el español a 10 años rozó de nuevo el 6%, máximos desde noviembre de 1997, tras bajar al 5,72% el jueves pasado, mientras que el italiano repuntó al 5,76%. El bono de Grecia, Portugal e Irlanda han bajado al 14,75%, 10,86% y 11,17%.Las economías española e italiana no han recibido apoyo por parte de la UE o del FMI, y la delicada situación en la que se encuentran hace que muchos inversores especulen con la posibilidad de que terminen como sus vecinos de la periferia europea.