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Nuclear

Europa tendrá que enterrar sus residuos atómicos

La nueva normativa europea exige a los países de la UE la creación de silos nucleares subterráneos.

El tsunami que desencadenó el accidente nuclear de la central japonesa de Fukushima, en marzo de este año, no solo ha puesto en vilo los planes atómicos de varios Gobiernos. También ha forzado a la industria a ofrecer a los ciudadanos mayores garantías sobre la seguridad de las centrales y a hacer un esfuerzo de pedagogía sobre un sector tradicionalmente opaco.

El primer gesto político tras la catástrofe fue el anuncio electoral de la canciller Angela Merkel de descartar la prórroga de las centrales activas en el país germano. Después llegó la prueba de resistencia de las centrales europeas. Y de postre, una nueva directiva europea que fuerza a los Gobiernos de la UE a planificar la construcción de silos subterráneos para almacenar los residuos de alta actividad y el combustible usado en la fisión.

La medida, aprobada este mes y que entrará en vigor en septiembre, ha sido especialmente celebrada por el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, porque obliga por primera vez a adoptar medidas conjuntas en política nuclear. Hasta ahora, cada país miembro se hacía cargo de la gestión de los residuos radiactivos.

Los Estados deberán remitir a Bruselas antes de 2015 sus planes de gestión de residuos y el modo de financiación de los futuros centros de almacenamiento geológico profundo, que prevén ofrecer una solución "definitiva" a los desechos atómicos, según Bruselas.

Desde la patronal nuclear europea, Foratom, se insiste en que "ya existen soluciones económicas y tecnológicas viables para la gestión de todo tipo de residuos radiactivos. En cuanto a los residuos de alta intensidad y el combustible gastado, algunos países ya están desarrollando centros de almacenamiento profundo".

Por el momento, no existen silos de este tipo en ningún país de la UE en funcionamiento. Europa solo cuenta por el momento con dos emplazamientos de este tipo oficialmente elegidos, en la central sueca de Forsmark y en Olkiluoto (Finlandia). Ambos están en proceso de preparación de la documentación para la solicitud de la licencia.

La elección de silos subterráneos termina, al menos por ahora, con el debate científico sobre la mejor solución para los residuos y el combustible usado. "Tras 30 años de investigación se acepta generalmente a nivel técnico que el almacenamiento geológico profundo constituye la opción más sostenible y más segura como punto final de la gestión de residuos de alta actividad y de combustible gastado considerado residuo", ha explicado Oettinger.

En España solo existe tecnología para la construcción de un Almacén Temporal Centralizado (ATC), capaz de mantener residuos de alta intensidad durante un periodo máximo de 60 años, y cuya localización aún no ha decidido el Gobierno. Este tipo de estructura "servirá para ver cómo evolucionan las investigaciones en separación y transmutación, que podrían reducir sustancialmente el volumen de residuos a gestionar de forma definitiva", explican desde Enresa, la empresa pública que gestiona los desechos de baja y media intensidad en la central de El Cabril, en Córdoba.

Los programas de los Veintisiete deberán incluir un calendario concreto para la construcción de sus emplazamientos de almacenamiento subterráneo; detallar todas las actividades que sean necesarias para su desarrollo y explicar las fuentes y el modo de financiación de los proyectos antes del año 2015.

La nueva ley europea autoriza la exportación de residuos nucleares hacia países terceros pero solo cuando el Estado destinatario disponga de un centro de almacenamiento definitivo operativo y similar al que se exige a los países europeos en el momento del envío de los desechos atómicos. Se prohíbe la exportación hacia África y los países del Caribe, el Pacífico y la Antártida.

La AIEA asume el parón nuclear

El director general de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, ha reconocido de forma velada esta semana que el accidente de Fukushima ralentizará el ritmo de crecimiento de nuevas centrales nucleares. "El ritmo de expansión podría disminuir, pero seguirá creciendo", explicó tras un encuentro con el primer ministro japonés, Naoto Kan.Kan ya da por hecho que la catástrofe, por la que hasta 80.000 personas han tenido que abandonar la zona donde está localizada la central, alejará al país de la energía atómica y no descarta que pueda abandonarse completamente.Pero aún no existe alternativa real a la energía del átomo para satisfacer la creciente demanda energética mundial. Por ello, la AIEA cree que aunque países como Alemania hayan revisado su política energética, esta "es necesaria para atajar el calentamiento global".

Las cifras

2015 es el año en el que los países de la UE deberán presentar sus planes para la construcción de un almacén definitivo de residuos.30 años de investigación han concluido que los silos subterráneos son la mejor opción para almacenar los residuos radiactivos.2 centrales en Europa han pedido la licencia para construir un almacén.

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