Al menos 18 suspensos si hay quitas de deuda
Ocho suspensos puede resultar una cifra demasiado optimista si la crisis de deuda europea se agrava. Los test de estrés publicados el pasado viernes revelaron que cinco entidades españolas, dos griegas y una austriaca no superaron la prueba, al tiempo que reflejaron unas necesidades de capital de 2.500 millones de euros para un core Tier 1 sin atenuantes. Incorporando pérdidas potenciales derivadas de la exposición a la deuda soberana, supuesto que excluyó el examen, el resultado empeora sustancialmente. En ese caso al menos 18 entidades suspenderían, cifra que podría aumentar a 27 si también se asumen quitas en la deuda de España e Italia en manos de la banca, según una simulación realizada por Goldman Sachs.
El banco de inversión ha querido completar el test de estrés con varios supuestos que reflejen el impacto de la crisis soberana. La entidad concluye que asumiendo quitas del 60% para la deuda griega y del 40% para la irlandesa y portuguesa, el número de entidades en Europa que no alcanzaría un core Tier 1 del 5% aumentaría hasta 18 (el número de entidades españolas suspendidas se mantendría en cinco), al tiempo que las necesidades de capital del sector ascenderían a 25.900 millones de euros. En otras palabras, la tasa de aprobados pasaría del 91% al 80%.
Mucho peor sería el resultado si a este escenario se incorpora además una quita del 10% para la deuda italiana y española. Bajo este supuesto Goldman Sachs concluye que el número de suspensos aumentaría hasta 27 y el agujero de capital ascendería a 29.800 millones.
En este caso el número de suspensos españoles también aumentaría de manera significativa, nada sorprendente dado que la banca española es la más expuesta a la deuda nacional (ver noticia arriba). De hecho, según el banco de inversión estadounidense, bajo este escenario Banca Cívica, Caixa, Novacaixagalicia, Sabadell, Bankinter, BFA-Bankia y Popular se unirían al grupo de suspendidas (Catalunya Caixa, Caja3, Banco Pastor, Unnim y CAM) al quedarse con un ratio de capital entre el 4,5% y el 4,9%. Eso sí, la gran banca aprobaría sin problemas incluso en el escenario más adverso.