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Salida a Bolsa de las cajas

Banca Cívica compite con un balance limpio

Calcula estar cubierta tres años contra una mora del 18%.

Banca Cívica, fruto de la alianza entre Caja Navarra, Cajasol, Caja de Burgos y CajaCanarias, la octava caja por tamaño y la duodécima entidad española, peleará con Bankia por atraer capital para debutar en el mercado en julio. Los esfuerzos de saneamiento realizados y las sinergias se perfilan como sus grandes bazas, mientras que el tamaño o la peor calidad crediticia de sus activos se presentan como sus principales debilidades.

Banca Cívica aspira a colocar en el mercado entre 800 y 1.000 millones de euros, hasta el 40% de su capital, con el objetivo de reforzar su solvencia y potenciar su crecimiento. Los bancos de inversión involucrados en la operación han valorado la entidad alrededor de los 3.000 millones, si bien las estimaciones que manejan oscilan entre los 2.500 y los 3.500 millones de euros, atendiendo a unos múltiplos sobre valor en libros entre las 0,6 y las 0,7 veces tras la ampliación de capital.

Banca Cívica, consciente del recelo que genera la exposición inmobiliaria, ha querido presentar un balance limpio. En vez de optar por la figura del banco malo empleada por La Caixa o Bankia, Banca Cívica ha preferido retratarse de antemano. Para ello ha provisionado 4.100 millones de euros asumiendo un escenario que contempla una tasa de morosidad del 18% y crecimiento nulo, y asegura que así está protegida contra pérdidas potenciales los próximos tres años. Por tanto, en caso de que este entorno tan extremo no se cumpla podría incluso beneficiarse.

Las reducciones de costes que supone la integración de Banca Cívica y la complementariedad geográfica de las cuatro cajas que la componen son otros de los grandes atractivos que la entidad trata de transmitir.

El banco espera obtener unas sinergias de 800 millones de euros entre 2011 y 2015, lo que supone alrededor del 20% de los gastos generales. Espírito Santo considera que estos ahorros serán uno de los principales impulsores de la rentabilidad de la compañía. "Estimamos que estas sinergias añadirán entre 4 y 5 puntos porcentuales al ROE entre 2012 y 2015 y mejorarán el ratio de eficiencia desde el 69% de 2010 al 52% en 2015", argumentan. Esperan además un core capital del 10% tras la operación incluso tras devolver el FROB.

Entre las principales debilidades de la compañía destaca la peor calidad crediticia de sus activos respecto a otras entidades cotizadas, lo que explica que, pese a no estar expuesta a las zonas geográficas más problemáticas, puede sufrir un deterioro de activos similar al de sus rivales. La exposición de la compañía al sector inmobiliario alcanza el 21% (igual que Bankia), según estimaciones de Credit Suisse, mientras que esta cifra ronda el 13% para los bancos y el 20% para las cajas. Por otro lado, su exposición a activos de mayor riesgo es del 11%.

Una situación de liquidez holgada, con los vencimientos de deuda cubiertos hasta 2013, son otros factores que juegan a su favor. Al final, no obstante, como en toda operación el éxito dependerá del precio. El mercado está ofreciendo un abanico entre las 0,5 y las 0,6 veces el valor en libros, para acudir a la colocación.

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Pablo M. Simón / Cristina de la Sota

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