Malo de Molina solivianta a promotores y expertos al prever más bajadas de precio
Promotores, economistas y consultores coincidieron ayer en criticar el último mensaje del Banco de España. El director general del Servicio de Estudios del organismo supervisor, José Luis Malo de Molina, aseguró que el precio de la vivienda podría bajar todavía un 10% adicional hasta 2013, con lo que se completaría un ajuste del 30% en términos reales desde los niveles máximos.
Rapapolvo injusto" fue el calificativo más suave que dedicaron ayer numerosos participantes de la Conferencia Inmobiliaria de Madrid 2011 organizada por Planner Reed a las palabras pronunciadas por el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina. El representante del organismo supervisor aseguró que el precio de las casas se ha reducido ya en torno al 20% en términos reales, pero aún podría descender un 10% adicional hasta finales de 2012 o principios de 2013, "completando así un ajuste del 30% desde el inicio de la crisis". "Aún queda recorrido en el ajuste de precios", dijo Malo de Molina, lo que, sin duda, no gustó a los promotores allí presentes. Además, el Banco de España consideró que en el caso del suelo, el descenso de precios es ya del 30% en términos acumulados, pero alcanzará el 45% o 50%.
Aseverar tal pronóstico en una sala repleta de promotores, consultores inmobiliarios y economistas fue como mencionar la soga en casa del ahorcado. El consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Ángel Berges, aseguró que "nadie está capacitado para decir cuánto falta que bajen los precios de las casas todavía".
El presidente de la principal patronal del sector, APCE, y de la madrileña Asprima, José Manuel Galindo, advirtió que ya hay zonas donde se ha alcanzado ese nivel de ajuste, mientras en otras no se ha llegado ni se llegará, puesto que el stock ha sido absorbido.
El catedrático de Política Económica de la Universidad de Alcalá Juan Ramón Cuadrado-Roura aseguró: "no hay que decir que falta aún que se reduzcan más los precios de la vivienda. Dejemos de hablar ya en términos macroeconómicos y hagámoslo en términos micro. Veamos dónde se puede actuar y dónde se producen los mayores desajustes entre oferta y demanda".
Bancos ineficientes
"Se trata de un rapapolvo injusto. Parece que el Banco de España se ha enterado ahora de lo que han hecho los bancos", lamentó Leonardo Sánchez-Heredero, presidente de la promotora Grupo Delta. Este empresario se mostró contrario a las "estadísticas a bulto y profecías sin fundamento" y criticó el papel que están desempeñando ahora bancos y cajas.
"Se están comportando de manera egoísta porque no dan crédito a casi nadie. Están siendo claramente ineficientes. Nuestra empresa está intentando obtener financiación para construir nuevas promociones y a pesar de acudir con el solar libre de cargas y un porcentaje elevado de preventas, bancos y cajas tardan hasta 13 meses en darnos una respuesta", asegura Sánchez-Heredero, quien recuerda que esa espera no hay cuenta de resultados que la aguante por los costes financieros que hay que soportar.
Con este ejemplo, numerosos promotores presentes ayer en la jornada quisieron alertar del círculo vicioso al que se ve abocada esta actividad. Mientras las entidades financieras admiten que el principal problema será dar salida a los suelos en cartera, los promotores denuncian que no obtienen crédito para poder desarrollar parte de esos solares, lo que impide volver a generar actividad, empleo y confianza, los tres pilares, dicen los expertos, sobre los que debe fundamentarse la recuperación de la demanda. Así, ayer se ofrecieron datos para la reflexión.
"En Madrid apenas queda un excedente de 5.200 casas, lo que supone casi stock cero; y aunque hay suelo en manos de promotoras para construir otras 40.000, su desarrollo está paralizado por falta de financiación, lo que puede provocar, si no se corrige, otra burbuja de precios de los solares en cuatro o cinco años", explicó Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Vía Celere. Por ello, el sector reclamó ayer también medidas legislativas que agilicen de una vez por todas el planeamiento y la gestión urbanística.
Las cifras
1,1 millones de casas es el máximo stock que existe, según el Banco de España. El mínimo es de 800.000.30.000 millones de euros en suelo tiene la banca en su balance.2,58 personas por hogar será la media en 10 años frente a las 2,73 actuales.3,5-5 es la horquilla de años que puede tardar en completarse una reparcelación.
Menos impuestos y poder 'exportar' la VPO
Buena parte de la conferencia de ayer se dedicó a plantear en voz alta qué se puede hacer para paliar la crisis de este sector. Además de articular mecanismos que ayuden a obtener financiación, como por ejemplo a través del ICO, una nueva regulación del suelo, del mercado del alquiler y menos impuestos fueron las demandas más escuchadas.Pero, "mientras el poder público logra entender la trascendencia que tiene para la economía este sector", el presidente de Realia Business, Ignacio Bayón, también exhortó a las empresas a hacer sus deberes: "no nos podemos quedar en el mercado doméstico".Por su parte, la directora general de Promociones Levantino Aragonesas, Carolina Roca, apostó por conseguir que en cinco año se realice otra política de vivienda."Primero debería realizarse una estimación seria de a cuánto asciende el stock y que los poderes públicos firmen un compromiso para producir viviendas económicamente sostenibles, tanto en cantidad, como en precio", apuntó. Para lograrlo, Roca reclamó medir bien la capacidad de endeudamiento de los hogares, desarrollar una nueva política fiscal con menos tasas municipales y promulgó una revisión completa de todos los impuestos que gravan la vivienda. Asimismo, pidió que las viviendas protegidas puedan ser en cierta forma exportadas. Es decir, que se puedan vender a los extranjeros no residentes en España. Una armonización y simplificación de las 17 leyes de suelo que existen también ayudaría, coincidieron todos los participantes.Por último, en materia de alquiler, el presidente de Testa, Fernando Rodríguez-Avial, se mostró a favor de reducir los plazos de los contratos de arrendamiento para favorecer la emancipación y la movilidad laboral.