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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una cura para engordar

Hubo un tiempo en que Santander presumía de ser un banco español. En 2007, justo cuando empezó la crisis financiera, el mercado nacional era su principal baluarte, con un peso en el conjunto del beneficio del grupo ligeramente inferior al 30%. El pasado año era ya del 24%, y solo en 12 meses su influencia ha descendido más de 10 puntos. Ahora solo representa el 13% del conjunto de sus ganancias, que sumaron 2.108 millones de euros en el primer trimestre.

Brasil, su primer mercado, supone ya el 25% de sus resultados y Reino Unido suma el 17%. Y eso que en ambos países Santander ha obtenido resultados inferiores a sus previsiones, pese a haber registrado en los dos mercados crecimientos del 22,5% y del 1,7% respectivamente. En España, donde opera con Red Santander y Banesto, ganó 274 millones de euros, con una caída del 31,4%, y 101 millones, con un desplome del 50,4%, respectivamente.

El consejero delegado, Alfredo Sáenz, reconoció ayer que España debe mejorar su posición en el conjunto del grupo, aunque no se volverán a porcentajes del 20%. E intentó transmitir un mensaje positivo. "Los ingresos del primer trimestre del ejercicio superan a los tres anteriores", aseguró, para más tarde añadir que se había llegado ya "a un punto de inflexión en todas las unidades del grupo, sobre todo en España".

Ahora toca mejorar, razón por la que según sus previsiones el banco subirá considerablemente sus ganancias en España, por un descenso de la morosidad -que tocará techo en el tercer trimestre-, una subida de los tipos de interés y una menor presión en los márgenes como consecuencia del fin de la guerra del pasivo. El punto de salida, no obstante, es complicado. La morosidad de la Red Santander es del 6%, frente al 4,65% del año pasado. En Banesto llega al 4,31%. El crédito, palanca del crecimiento del negocio bancario, ha vuelto a descender. En el trimestre un 5%. Pero, además, la situación macroeconómica de España no es muy positiva, según dejó claro el ejecutivo. "Hay un poco de desacople entre nuestra mejora con la mejora de la macro", sentenció. Cree que España debe aún proceder a un desapalancamiento de sus empresas y familias de más de 300.000 millones de euros. A un ritmo de unos 100.000 millones anuales. Esto supone que el crédito tendrá que seguir bajando hasta 2013.

Sáenz, que siempre sorprende con alguna que otra frase socarrona, fue más prudente que de costumbre. Y es que los tiempos no están para bromas, y así se dejó traslucir en la rueda de prensa, pese al intento del grupo de mandar un mensaje optimista.

De cualquier forma, el ejecutivo, descartó que España vaya a tener que ser rescatada como ha sucedido en otros países de la Unión Europea. "El escenario de rescate de España no es realista", recalcó.

El número dos del grupo no quiso concretar si el banco está o no interesado en comprar una caja, y más concretamente CAM. Dijo que estaba todo abierto. Lógico, estas operaciones tienen cláusulas de confidencialidad le impiden hablar de ellas. Eso sí, apoyo la creación de bancos malos por parte de las cajas y los sistemas de protección de activos como vías para proteger a los inversores en caso de entrar en una caja.

Santander también va contracorriente. El pasado año no realizó prejubilaciones y este año tampoco, según anunció Sáenz. Y es que las prejubilaciones en banca deben financiarse contra la cuenta de resultados, mientras que en otros sectores se financian a través del erario público.

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