Un juez paraliza la macrolibrería digital de Google
El proyecto de Google para crear una macrobiblioteca digital ha sufrido un fuerte revés. Un juez de Estados Unidos ha paralizado la iniciativa, porque considera que le da una ventaja competitiva injusta.
Iba a llamarse Google Books y su dueña lleva años con el proyecto. Pero ahora está un poco más lejos de hacerse realidad. Un juez de Estados Unidos ha rechazado el acuerdo de 125 millones de dólares anuales (unos 90 millones de euros) entre Google y los autores que habría permitido a la compañía de internet publicar millones de libros en línea para crear la mayor biblioteca digital del mundo.
El argumento del juez de Nueva York Denny Chin es que el acuerdo da a Google una ventaja competitiva significativa y que "simplemente iría muy lejos" al darle el poder de "explotar" obras digitalizadas con derechos de autor al vender suscripciones en internet sin permiso, informa Reuters.
Google ha digitalizado cerca de 12 millones de libros de algunas de las mejores bibliotecas del país, en lo que ha dicho es un esfuerzo por brindar un acceso más sencillo al conocimiento mundial.
La compañía fue demandada en el 2005 por el Sindicato de Autores y la Asociación de Editores de Estados Unidos por violar las leyes de derecho de autor, pero alcanzó un acuerdo al acceder a pagar 125 millones de dólares a las personas cuyos libros con derechos de autor hayan sido escaneados, y a destinar y compartir los ingresos con los autores que aún no han presentado su reclamación.
Sin embargo, algunos críticos sostienen que el acuerdo da a Google una ventaja competitiva injusta y que va en contra de la ley antimonopolios. El juez les ha dado la razón.
"El acuerdo daría a Google una ventaja significativa sobre sus competidores, premiándola por involucrarse en la venta al por mayor de material con derechos de autor sin permisos", escribió Chin para rechazar el acuerdo.
El juez instó a Google, a los autores y a los editores a que enmienden el acuerdo para que solo incluya libros cuyos dueños de derechos autor hayan aceptado el trato, en lugar de un cheque en blanco que requeriría que los autores "opten por salirse" si no quieren que sus libros sean digitalizados y vendidos en internet.
Hablando por las editoriales, John Sargent, alto ejecutivo del grupo editorial Macmillan, dijo que esperaba que el acuerdo pueda ser renegociado.