A por lo perdido en 2010... y algo más
Los 'repos', la mejor alternativa para la obtención de liquidez
Hacía mucho que los mercados de deuda pública no protagonizaban tantos titulares. El rescate a Grecia, primero, y más tarde el de Irlanda y el aumento del miedo a un posible contagio han condicionado la evolución de los mercados a lo largo de 2010. Y España, no ha sido ajena a la crisis de deuda al aumentar sus costes de financiación y ver rebajada su calificación de riesgo soberano.
A pesar del convulso escenario, el Tesoro público ha logrado completar su programa de financiación manteniendo sus compromisos con el mercado. "En las distintas subastas realizadas la oferta de bonos se abarató, de manera considerable en algunas circunstancias", apunta Huw Worthington, estratega de renta fija de Barclays Capital. "No obstante, hay que observar que estas concesiones se tradujeron al final en una demanda satisfactoria en las subastas, en las que las condiciones de financiación fueron cumplidas aunque a un tipo de interés relativamente alto", matiza Worthington.
Las obligaciones de financiación del Tesoro público durante 2010 -unos 62.100 millones de euros- fueron menores de lo estimado a comienzos de año, afectando en mayor medida a las letras (unos 11.800 millones de euros inferior a lo inicialmente proyectado) que a los bonos y préstamos a largo plazo (unos 2.900 millones menos). Como resultado, la deuda del Estado en circulación acabó el año en 540.800 millones de euros. En 2011 la necesidad de emisión bruta será un 7% inferior a la de 2010.
En cuanto a la deuda corporativa, ha continuado marcada por la inestabilidad y la desconfianza imperantes en los mercados de crédito, trasladada a los propios mercados de bonos que han sufrido en el año una mayor caída en el mercado primario. "Todo ello, aun cuando haya crecido el número de emisiones registradas en AIAF, ya que la mayoría de ellas lo han sido por importes o volúmenes inferiores a los que se registraban en los años inmediatamente anteriores dadas las dificultades para su colocación a lo largo de 2010", explican en BME.
A eso se añade la sostenida caída del segmento de titulización, la disminución de las operaciones de participaciones preferentes, así como la menguante actividad en el segmento de corto plazo, consecuencia de la falta de liquidez de los fondos de inversión y de la tesorería de las grandes empresas, sus principales inversores.
Por el contrario, el mercado ha registrado un incremento notable de la operativa en repos, que se ha convertido en una potente alternativa para la obtención de liquidez, por un lado, y en un refugio para la inversión a cortísimo plazo con mayores dosis de seguridad, por otro.
De cara a 2011, las previsiones del Tesoro son que la emisión de bonos y obligaciones siga aportando la mayor parte de la financiación. Siempre que se incluyan los lanzamientos en divisas y otras emisiones en el medio y largo plazo, todo ello será aportado por este tipo de instrumentos. Así, el peso de las letras del Tesoro en la cartera de deuda del Estado mantendrá su descenso.
David Cano, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), no tiene duda: "En 2011 se recuperará todo lo que hemos perdido el año pasado, incluso se ganará algo más", una vez que se logre convencer a los mercados de que España no tiene el riesgo de crédito que se le ha atribuido.
En Barclays creen que "el riesgo de contagio ha pasado y España no debería considerarse junto a países como Grecia o Irlanda. A pesar de esto, el mercado continuará bajo presión en relación a la oferta en tanto que los emisores buscan financiación con anterioridad a picos de amortización. Sin embargo, contemplamos esto como una oportunidad para comprar deuda española". Así pues, para Cano no sería muy difícil alcanzar una rentabilidad del 3% para los bonos a 1, 3 y 5 años, y hasta un 8% en los bonos a 10 años. Crucemos los dedos.
Claves
l Letras del Tesoro: disminuye su peso en la cartera de deuda del Estado.l Deuda corporativa: ha habido más emisiones que en el año anterior, pero éstas han sido de menor cuantía.l Financiación: el grueso serán las colocaciones de bonos y obligaciones.
Más cerca del minorista
La gran novedad del año fue la puesta en marcha de una plataforma electrónica destinada a la negociación de renta fija para minoristas. El denominado sistema electrónico de negociación de deuda (SEND) comenzó a funcionar el pasado 10 de mayo y supone un importante avance de cara a mejorar la transparencia y la liquidez del mercado español de deuda corporativa.Y es que los mercados de renta fija en general y los de deuda corporativa en particular han adquirido una dimensión notable en los últimos años, con un fuerte incremento en el número de operaciones minoristas, es decir, inferiores a 10.000 euros. "Hemos querido anticiparnos a la próxima revisión de la Mifid y a los requerimientos que puedan darse en el futuro para la deuda, en general, y la deuda corporativa, en particular", asegura Julio Alcántara, director general de AIAF.La plataforma aspira a convertirse en una referencia para la información de los particulares en cuanto a los precios de los activos de renta fija, en un momento de intenso crecimiento del ahorro privado. Esta circunstancia animará, previsiblemente, a los emisores a generar colocaciones destinadas a captar ese capital. "El SEND supone garantizar al cliente que se buscarán los precios y condiciones más favorables para ejecutar su orden y se traducirá en un salto adelante en cuanto a la protección del minorista, de forma que éste pueda entrar o salir, comprar o vender de forma sencilla, directa y transparente, ganando en autonomía e independencia respecto a su relación con la entidad en la que tiene depositados los títulos", explica Alcántara.En esta plataforma se recogen exclusivamente las emisiones con documentación española. Los grandes emisores listan el 80% de sus colocaciones en Europa, principalmente en Londres y Luxemburgo.