Con el ojo puesto en el Tesoro
El sector público ha estado en el punto de mira. Este año será el mayor emisor
Ha sido el año de la crisis del sector público. En 2010 se ha visto, por primera vez, que un país europeo, Grecia, era rescatado por la Unión Europea; después vinieron los problemas y también el rescate a Irlanda y los severos apuros de Portugal, que por ahora resiste...
"Un año complicado y de pocas ventanas. Aunque el mercado se abrió con las operaciones de BBVA y Santander, las dificultades de Grecia dispararon los diferenciales y contagiaron a los países periféricos. Nunca pensamos que el sector público pudiera llegar a estar tan en entredicho", confiesa Pablo Lladó, director general de Mercados de Capitales de Calyon.
El equipo de bonos de Caja Madrid divide el año en cuatro partes: dos momentos de negocio abiertos en el primer y el tercer trimestre, y dos periodos de mercado cerrados en el segundo y cuarto trimestre, que coinciden con los episodios de mayor presión sobre la deuda pública española. Pero "a pesar de las dificultades, el Tesoro ha cumplido con el calendario de emisiones previsto", añade la entidad.
Con escasas excepciones, las cédulas hipotecarias y los bonos con garantía del Estado han sido los instrumentos que las entidades financieras han podido utilizar para salir a los mercados en busca de financiación. En opinión del equipo de bonos de Banesto, ante las tensiones del mercado, los inversores han preferido las cédulas hipotecarias sobre el bono sénior, "por el colateral adicional de garantía que aporta y por las ampliaciones de diferenciales".
En 2011, los títulos corporativos serán los favoritos de los inversores, que preferirán su escasa volatilidad en comparación con los bonos de los sectores financiero y público, apunta Mariano Aldama, director de Mercado de Capitales e Instituciones Financieras y Sector Público de RBS para España y Portugal.
Los vencimientos de los 250.000 millones de euros de todos los sectores, concentrados en el público y el financiero, pesarán mucho en la evolución de 2011, según el equipo de La Caixa. "Por ello, esperamos una continuación de la volatilidad, con los inversores a la expectativa de los vencimientos de marzo y abril y de su refinanciación", añaden. "El Gobierno está en el buen camino en las reformas estructurales necesarias, que "deberán ir acompañadas de austeridad fiscal y de una solución conjunta para el sector financiero sobre los préstamos inmobiliarios y la finalización de las fusiones de las cajas", recalcan.
Jesús Sáez, originador sénior de Natixis, indica que en 2011 el mercado se activará a través de ventanas de emisiones que dependerán de la evolución de las referencias de la deuda soberana. "Hay un fuerte volumen de vencimientos, sobre todo en 2012, pero también este año, que hará que necesariamente algunos emisores tengan que salir al mercado. Por tanto, la anticipación a la hora de leer esas ventanas será esencial para la buena ejecución de emisiones".
Por su parte, el equipo de Banesto sostiene que el mercado seguirá muy de cerca la evolución de la deuda soberana, con oportunidades de emisión cuando se relajen las tensiones.
Preparados para aprovechar las oportunidades
Este será otro año de oportunidades. Lo importante es estar preparados para emitir cuando lleguen, aseguran la mayoría de los expertos consultados sobre lo que ocurrirá en 2011. Habrá muchas emisiones del sector público, sobre todo del FROB, FADE e ICO. Pablo Lladó, de Calyon, estima que entre los tres emitirán, como mínimo, 45.000 millones de euros, y el Tesoro, en torno a 70.000 millones."Va a ser el año del sector público, precisamente en un momento en que está muy tocado". Estas emisiones públicas marcarán la atención del mercado internacional y de su éxito surgirán nuevas oportunidades para una buena parte del sector financiero, según Julián Romero, responsable de sindicación de bonos Europa de BBVA. "En el sector financiero todo parece apuntar a un incremento en la actividad de cédulas hipotecarias, mientras que también podríamos ver nuevos jugadores en el mundo corporativo".En general, apunta Romero, nos enfrentamos a un entorno que se ha vuelto especialmente incierto. "Europa será un foco de volatilidad durante una buena parte del año. Si bien, espero que una gran parte de las dudas se vayan aclarando en el transcurso del ejercicio, de tal manera que afrontemos el año próximo en un ambiente más optimista que el actual".El equipo de Banco Pastor apunta que el riesgo soberano será el factor dominante en la capacidad de financiación de instituciones financieras y de empresas.
El inversor confía en las cédulas
Las cédulas hipotecarias han sido protagonistas del mercado de bonos españoles durante el tercer trimestre de 2010. Tras un tímido intento de apertura al final de 2009 y en enero de 2010, el mercado se bloqueó de nuevo y fue en septiembre cuando volvió a haber una actividad relevante en este producto. "El precio de la reapertura del mercado fue el alto coste pagado por los emisores a plazos generalmente cortos", según Caja Madrid.El formato "cédula hipotecaria" ha sufrido, como en general todos los tipos de deuda en España, asegura Jesús Sáez, de Natixis. "Pero se ha demostrado que es un formato en el que la base inversora europea ha confiado, sobre todo para los emisores de mayor tamaño y calidad crediticia".Sáez dice también que las dificultades por las que ha atravesado el mercado en 2010 han provocado algunas diferencias en las características financieras de las cédulas emitidas. Por un lado, los márgenes a pagar por los emisores se han incrementado. Por otro, los plazos también han disminuido. "Si estábamos acostumbrados a que la cédula fuera un instrumento de financiación a largo plazo, el año pasado vimos que los plazos se reducían por la aversión de los inversores a incorporar largas duraciones en sus carteras. Sólo algunos nombres específicos han podido emitir en plazos más allá de los cinco años".Según los cálculos de Natixis, en 2010, el 43% del volumen de colocación total de las entidades financieras en España provino de cédulas hipotecarias, con 13 emisores presentes a través de 30 emisiones.
La cifra
43% de cédulas hipotecarias fueron lanzadas en 2010 por las entidades financieras sobre el volumen total de sus emisiones.