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Columna
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Fondo de bonos para Europa

Europa necesita reformar el Fondo de Estabilidad Financiera (EFSF) de 440.000 millones de euros, pero convertir el mecanismo de rescate en un fondo de bonos gigante sería un error.

Utilizar el EFSF para comprar bonos públicos es una de las ideas que los Gobiernos de la eurozona podrían explorar en las próximas semanas, como parte de un paquete más amplio para combatir la crisis. El concepto puede resultar tentador. Se aliviaría al Banco Central Europeo de su programa de compra de bonos.

Por lo menos el BCE está comprando bonos como una medida de emergencia, a la espera de que los Gobiernos lleguen a la normalidad. Una cuestión importante es qué deuda comprar: la adquisición de bonos ayuda a mantener a Gobiernos insolventes y derrochadores ya que se mantiene su acceso a los mercados y retrasa la terapia de rescate. Si el EFSF hubiera comenzado a comprar deuda hace un año, Grecia podría haber retrasado reformas vitales, y la zona euro estaría ahora atascada con bonos de precio incorrecto.

Posiblemente, la compra de bonos podría ser empleada para apoyar a los países que son financieramente sanos, pero que luchan por pedir prestado, como España, que debe aumentar los fondos para recapitalizar sus bancos. Las compras tendrían que estar condicionadas para asegurar que el país se mantiene solvente. Sin embargo, las compras de bonos serían una forma engorrosa y peligrosa de abordar el problema.

La mejor manera para el EFSF de actuar sería proporcionar financiación más flexible a tipos razonables. Sería más directo y efectivo que la compra de bonos. Europa debería adelantar la reforma fiscal y asegurar que los mercados funcionan sin complicaciones y de forma transparente.

El objetivo de compra de bonos es el síntoma de la crisis de la zona euro, no su causa. Distorsiona los mercados y hace perezosos a los inversores. Una causa de la actual crisis fue el fracaso de los inversores para valorar correctamente el riesgo de los créditos periféricos en los primeros 10 años de la historia del euro. En 2013, los líderes de la euro zona esperan introducir un nuevo marco para permitir la reestructuración de la deuda soberana y asegurar a los inversores la disciplina de los Estados derrochadores. La compra de bonos sería un gran paso atrás.

Neil Unmack

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