La Bolsa española se defiende mejor
El oro y la vivienda han sido las inversiones más rentables, pero el Ibex ha subido el 11% y el Euro Stoxx cae el 40%. Consulta el especial Resumen de la década
La actualidad está dominada por el corto plazo. Se ha impuesto la filosofía de obtener la máxima rentabilidad en el menor tiempo posible. Es la consecuencia más directa de la modernización de la industria de la inversión, que permite hacer operaciones desde tu propio ordenador. Pero los expertos insisten en que el largo plazo tiene su recompensa en la Bolsa. Y así ha sido para el Ibex en la última década.
El selectivo cierra un ciclo difícil, como lo ha sido también para la economía. "El punto de partida era muy malo; entre 2000 y 2002 el indicador perdió el 48% y para recuperar eso se necesitaba subir el doble", explica Javier Barrio, de BPI. Los mercados comenzaban una nueva década tras el estallido de la burbuja tecnológica en marzo de 2000 que trajo consigo una estela de dificultades.
A pesar de las trabas que imponía cada momento, el selectivo ha conseguido cerrar la última década en positivo. Su ganancia es del 11%. Si a este porcentaje se suma el efecto de los dividendos, la revalorización se amplía hasta el 53,5%, según datos de Bloomberg. El balance es muy diferente al que han obtenido otros mercados; el Euro Stoxx cede el 40%, el Cac, el 34% y el S&P, el 5%. El Dax es el más próximo al índice español al subir el 9,70%.
El metal precioso se ha encarecido el 400% en 10 años y las casas en España, el 100%
Los grandes valores españoles han generado una vez más un efecto de suerte sobre el Ibex 35. Concretamente por Telefónica y Santander, que han ganado el 52% y 12% en 10 años. De este feliz desenlace para los accionistas de la teleco y el banco se descuelga el BBVA, que ha cedido el 30%.
Pero los inversores que han triunfado en esta última década han sido los de CAF, Prim y Duro Felguera, que han sumado por encima del 1.000%. No obstante 50 empresas han batido al indicador y 33 han subido por encima del 100%. Fergo Aisa lidera las pérdidas con un recorte del 98%.
Cada uno de los balances señalados varía si se realiza en términos relativos, Por ejemplo desde mínimos de 2002 el selectivo español acumula un ascenso del 90%. Elegir el momento para invertir siempre es decisivo, tanto para el corto plazo como para el largo.
La Bolsa está asociada al riesgo. No hay una rentabilidad segura, y la que se obtiene está condicionada por múltiples factores, entre los que están la suerte, el ciclo económico o la consecución de los objetivos marcados por cada una de las empresas.
Pero hay más opciones para conseguir ganar dinero. Precisamente la crisis ha dado potencial a otros activos de inversión que se habían mantenido más al margen, como el oro. El precio de la onza de oro troy, que es la que se tiene en cuenta y suyo peso ronda los 31 gramos, ha pasado en 10 años de 272,35 a 1.380 dólares (+407%); es decir por cada 1.000 euros se tendrían en este momento 5.070. Al oro se le considera como un activo refugio cuando las cosas pintan mal. La ganancia del metal precioso es destacable en este tiempo también porque ha sido continua; ningún año ha cerrado con la cotización por debajo del anterior. En esta imparable carrera alcista del oro, han participado las mineras. Las inglesas Randgold y Antofagasta han sumado el 4.000% y 1.830%. También son jugosas las ganancias de BHP Billiton, o Umicore, entre otras, que han sumado más del 300%. El estirón más importante de estas acciones se produce a partir de 2007, cuando comienza la peor crisis mundial desde la Gran Depresión.
El vehículo más utilizado para invertir en oro son los fondos. Según datos de MorningStar, son los mejores en rentabilidad en los últimos 10 años. La mayoría presenta ganancias por encima del 20%.
El dólar es otro activo ha actuado históricamente como refugio. Sin embargo, en esta década los inversores han preferido oro y euro. La paridad de la divisa europea sobre el billete verde se encontraba al inicio de 2001 en 0,90 unidades. Con la entrada en funcionamiento en todos los países de la zona euro en 2002, la moneda inició un camino alcista que le llevó hasta un máximo de 1,60 en julio de 2008. Una década después su viabilidad se ha cuestionado, tras los rescates a Grecia e Irlanda y la delicada situación financiera de Portugal, España e Italia. El euro cotizaba el jueves sobre los 1,31.
Los inversores que quisieron probar con la vivienda tampoco pueden lamentarse. Es más, el resultado es mucho mejor que el de la Bolsa, a pesar del estallido de la burbuja inmobiliaria. Al cierre de 2000, el metro cuadrado de la vivienda libre en España tenía un precio medio de 898,3 euros. En el tercer trimestre de 2010 el coste se situaba en 1.832 euros, un 100% por encima. El IPC se mantuvo hasta 2006 en la banda del 3% y 3,5%. En 2008 marcó máximo en el 5,3% y en julio de 2009, llegó a mínimo en -1,4%. El noviembre pasado la inflación había repuntado hasta el 2,3%.
En cualquier caso, el resultado es atractivo para quienes compraron una casa hace 10 años, lo que ratifica la opinión de muchos analistas, de que los precios no han bajado aún lo que debieran.
El punto más álgido se registró entre 2007 y 2008, cuando comprar una vivienda costaba más de 2.000 euros el metro cuadrado. La situación cambió a partir de entonces y en tres años el precio ha bajado en España una media del 12%. En comunidades como Madrid, Cataluña, Valencia, Región de Murcia y Andalucía, el descenso ha sido del 16%, 9%, 14%, 16% y 11%, respectivamente. En este mismo intervalo de tiempo la Bolsa ha caído más, el 34%.
En el lado de la renta fija, un activo seguro y exento de riesgo, las buenas oportunidades también han existido. En los dos primeros ejercicios de la década, con la resaca de la burbuja tecnológica afectando a las economías, la deuda a largo plazo ofrecía un tipo de interés por encima del 5%. Después vinieron años de bonanza económica que se reflejaron con importantes subidas en la Bolsa, y la rentabilidad de los bonos cayó hasta un mínimo del 3% en septiembre de 2005.
Quien invirtiese en deuda del Tesoro a 10 años en 2000 lo hizo a un tipo medio del 5,57%, según los datos del Tesoro sobre subastas de deuda. Si ese inversor hubiera recibido el capital invertido este 2010 habría acumulado un rendimiento vía del intereses 55,7%. No obstante, la tormenta financiera actual ha provocado que los bonos a 10 años coticen por debajo de su valor nominal.
Las dudas que el mercado tiene sobre la capacidad de España para reducir su elevado déficit ha incrementado notablemente la prima de riesgo sobre la deuda alemana, hasta tal punto que ha llegado a tocar récord por encima de los 200 puntos básicos.
Por el mismo camino ha ido la oferta de los depósitos a plazo. Los datos del Banco de España en la última década parten de 2005. En ese momento, el tipo medio alcanza el 2,75%, cuando entre 2007 y 2008 en pleno bache de la crisis el porcentaje superaba el 4%. No obstante, las entidades financieras se encuentran en plena guerra por captar pasivo, y a pesar de las consecuencias que pueda tener en sus márgenes, en algunos casos la oferta vuelve a superar el 4% de rentabilidad, e incluso llega al 5% como en Caixa Penedès, aunque a cambio exigen una alta vinculación por parte del cliente. Mientras, los tipos oficiales en la zona euro permanecen en mínimo, al 1%.
La última década llega a su fin con muchos interrogantes. A los analistas les resulta complicado apostar por un activo de inversión determinado; hay opiniones de lo más diversas. Aún así, Javier Barrio considera que "el punto de partida para los próximos 10 años es muy bueno, debido en gran parte al papel que jugarán los mercados emergentes". La suerte está echada y el futuro vuelve a escribirse de nuevo para los inversores a partir del próximo 3 de enero.
Una década de estrenos y exclusiones en el mercado
La Bolsa española ha tenido una importante actividad en los últimos 10 años en cuanto a nuevas incorporaciones. Hasta 2007 se contabilizaron numerosos estrenos que dieron entrada a empresas que hoy son parte del Ibex 35. Es el caso de Iberia, Inditex, Enagás, Telecinco, Grifols, Renovables, BME, Técnicas Reunidas y Criteria.Pero, igualmente, ha sido un periodo donde otras compañías pusieron punto y final a su carrera bursátil. El caso más conocido por todos fue el de Terra, el icono de la burbuja tecnológica en España, que dejó de cotizar en 2005 tras una opa lanzada por Telefónica. Terra llegó a situarse como la cuarta mayor empresa del mercado continuo por capitalización. Otros nombres que abandonaron la Bolsa para siempre fueron TPI, Telefónica Móviles, Altadis, Cintra, Riofisa, Fadesa, Telepizza, Carrefour, Dragados y Picking Pack.La oferta de Inditex en mayo de 2001 ha sido la más rentable, con una revalorización del 300%. Técnicas Reunidas e Iberia han ganado cerca del 200% desde sus debut y Grifols y Enagás por encima del 100%.Desde 2007 las salidas a Bolsa se ralentizaron y únicamente Amadeus y Green Power han dado el salto continuo. El MAB, que comenzó a funcionar en 2009 con Zinkia, ha abierto las puertas en la Bolsa a un total de 11 pymes.
La cifra
90% ha recuperado el selectivo español desde el mínimo al que bajó en 2002. Europa ha ganado el 33% en el mismo periodo.