Los distintos tipos de oleaje a los que se enfrenta una vuelta al mundo
En una vuelta al mundo, los barcos pueden encontrarse todo tipo de oleaje. En 1998, en la regata Sídney-Hobart el viento alcanzó velocidades de 80 nudos con olas de 25 metros de altura. En el Índico Sur, las grandes olas son frecuentes y durante regatas como la Barcelona World Race suelen venir de popa, provocando planeos a mucha velocidad que literalmente hacen surfear el barco.
En el Mediterráneo, aunque no hay olas tan grandes, hay momentos de navegación difícil ya que las olas son muy potentes, seguidas y verticales, y detienen a los barcos que navegan de cara.
El peligro puede surgir cuando el barco entra en resonancia con el mar, es decir, el periodo o el movimiento de la ola coinciden con la oscilación propia del barco. Es muy peligroso porque el velero se mueve mucho más.
El área donde se genera el oleaje se denomina fetch, una zona donde el viento sopla sin obstáculos. El oleaje es de dos tipos: local o mar de viento, irregular y variable, y el oleaje distante o mar de fondo, que es el generado por una tormenta lejana.