Con la vista puesta en 2011
Los comienzos del presente año han sido complicados para todos los sectores, pero han resultado especialmente difíciles para el ámbito inmobiliario. Las consecuencias del estallido de la burbuja iniciaron un proceso de ajuste hace un par de ejercicios sobre cuyo final aún no existe consenso. De lo que no cabe duda es que el mercado de la vivienda saldrá fortalecido tras la reestructuración a la que está siendo sometido.
De las referencias que manejamos surgen varias valoraciones. En primer lugar, el stock todavía puede mover los precios a la baja de forma local. En general, esta sobreoferta está concentrada en ubicaciones donde se construyó por encima de la demanda natural. Los centros urbanos están ya cercanos a finalizar su recorrido de descenso tras dos años de ajuste, incluso algunos llevan meses presentando repuntes, pero no podemos considerarlos tendencia.
Sobre este tema tendrán mucho que decir en 2011 las entidades financieras, que cuentan con numerosos activos en cartera que tendrán que seguir provisionando. Bancos y cajas verán aumentar el índice de morosidad en los préstamos y las futuras ejecuciones porque el paro seguirá siendo uno de los mayores inconvenientes de las familias, y este dato será determinante el año que viene de cara a nuevas financiaciones.
Por otro lado, 2010 acaba con una novedad: la modificación de la deducción por compra de vivienda habitual, que está influyendo en la evolución del sector durante los últimos meses, y marcará igualmente todo 2011. En el próximo año será complicado que se produzca una bajada de precios que compense el actual beneficio fiscal en zonas con oferta limitada, aunque quizá se materialice de forma progresiva en áreas donde haya más excedente o activos bancarios.
Los datos de transacciones de 2011 van a estar estrechamente ligados a la situación personal del potencial comprador. Para aprovechar una buena oportunidad de compra se deben dar condiciones de solvencia importante. El interesado debe presentar un marco laboral estable y contar con un ahorro previo que cubra una parte sustancial del valor del inmueble. Ahora que los precios parecen tocar suelo, la normalización del sector inmobiliario seguirá marcada por un proceso lento, dado que la reactivación del empleo y la apertura hipotecaria son ahora los que marcan el ritmo.
Miguel Ángel Alemany. Director general de Pisos.com