La UE impone a Visa una reducción del 30% en alguna de sus comisiones interbancarias
La Comisión Europea y Visa Europa firmaron ayer la paz (al menos, por ahora) en su larga batalla en torno a las tarifas aplicadas por el sistema de tarjetas bancarias en el mercado europeo.
La compañía se ha comprometido a reducir un 30% las comisiones interbancarias que soportan los pagos transfronterizos realizados con sus tarjetas de débito. Esas comisiones recaen sobre los comerciantes, pero según la Comisión se trasladan al consumidor final.
En el primer choque entre la compañía y Bruselas, en 2002, Visa logró el visto bueno de la Comisión a sus tarifas tras comprometerse a reducir progresivamente las comisiones interbancarias desde el 1,1% del valor de la operación hasta el 0,7% en 2007.
Un año después, la Dirección General de Competencia de la CE volvía a la carga. Y el expediente se cerró ayer con un pacto por el que durante los próximos cuatro años Visa limitará al 0,2% las comisiones de las operaciones transfronterizas y las nacionales en los nueve países donde las fija directamente (Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta y Suecia).
"El compromiso", señaló ayer en rueda de prensa el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, "atañe a varios cientos de millones de transacciones cada año, con un valor total de entre 10.000 y 20.000 millones de euros".
El comisario señaló que la rebaja pactada sitúa ya la comisión de las tarjetas de débito de Visa "en un nivel en que al comerciante le es indiferente que el consumidor pague con tarjeta o con plástico".
Bruselas calcula que la nueva tarifa supone una rebaja del 30% en las comisiones de las operaciones transfronterizas y del 60% en las nacionales de los nueve países afectados.
La Comisión advierte que la investigación continúa en el caso de las tarjetas de crédito de Visa. Su enfrentamiento con Mastercard en el Tribunal de la UE tampoco se ha resuelto aún.