La OCDE apoya subir los tributos sobre el consumo y la vivienda
La mayoría de Gobiernos ha optado en los dos últimos años por subir impuestos para reducir los números rojos. Según la OCDE, esta política aún se mantendrá en el corto plazo y recomienda elevar tributos que gravan el consumo y la vivienda para depender menos de los ingresos derivados del IRPF y del impuesto sobre sociedades.
La consolidación fiscal se ha convertido en el término de moda de los Gobiernos y no significa otra cosa que reducir el déficit. Para ello, la mayoría de Ejecutivos, independientemente de su color político, han optado por recortes de gasto y, también, por elevar los impuestos.
Sin embargo, no será suficiente y la OCDE sostiene en un informe publicado ayer que en el futuro los Ejecutivos deberán afrontar nuevas subidas fiscales para incrementar sus ingresos. En este sentido, apunta que los tributos que menos distorsionan a la economía son los indirectos. Y, si un país opta por subir impuestos, recomienda elevar la fiscalidad sobre el consumo y la vivienda residencial.
"Los impuestos pueden suponer un desincentivo al trabajo, a la inversión y a la innovación y resultar adversos para el crecimiento económico y el Estado del bienestar", señala la OCDE. Y defiende que las finanzas públicas reduzcan su dependencia de los ingresos del IRPF y Sociedades, dos de los principales tributos de todos los Estados desarrollados. Por otra parte, también sostiene que las tasas que se aplican al comercio internacional deberían mantenerse "tan bajas como fuera posible".
Y, de cara el futuro, la OCDE lleva ya meses apoyando el establecimiento de la llamada fiscalidad verde, es decir, tributos que penalizan las actividades contaminantes y que, a la par, incentivan el desarrollo de empresas y tecnologías orientadas a la sostenibilidad.
La UE solo sabe elevar el IVA
La política fiscal seguida por la UE cumple con las recomendaciones de la OCDE. En los dos últimos años, la mayoría de países que han subido impuestos se han centrado en tributos como el IVA. Más difícil resulta encontrar un Estado que haya elevado la fiscalidad sobre los beneficios empresariales. Desde 2008, doce países de la UE han aprobado incrementos del IVA (España, Reino Unido, República Checa, Estonia, Grecia, Irlanda, Letonia, Lituania, Hungría, Portugal y Rumanía). El gravamen medio del IVA en la UE se situó a enero de 2010 en el 20,2%, el promedio más alto en lo que va de siglo.Y mientras el consumidor paga cada vez más impuestos, los beneficios empresariales tributaran a tipos menores. De media, el gravamen del impuesto sobre sociedades en la UE se encuentra en el 23,2%, el tipo más bajo de la historia. Diez años atrás la tarifa superaba el 31%. El IRPF, por su parte, subió en 2010 cuatro décimas y la media se estableció en el 37,5%. Se trata del primer aumento desde 1995.