El divorcio entre Starbucks y Kraft
Starbucks puede asumir el coste de la ruptura con Kraft Foods. El gigante de alimentación estadounidense ayudó a construir el negocio de café envasado de la cadena de cafeterías. Su café ahora se vende en miles de tiendas, tanto en tradicionales como en hipermercados de saldos como Costco y Target. Pero los tiempos y gustos han cambiado desde su asociación hace 12 años.
En una disputa cada vez más irritable, Kraft reclama también un pago razonable por el negocio de distribución de una prima del 35% si Starbucks quiere cancelar el acuerdo. Tomando los 500 millones de dólares de ventas anuales -según Kraft-, y un margen de Ebitda estimado en el 20%, el valor podría ser de alrededor de 1.000 millones de dólares. Si Starbucks asume la prima tendría que prescindir de algo cercano a 1.400 millones. Pero para la cadena, la llamada de atención es el cambio de tendencia en la última década en la forma en que la gente toma café en casa: prefiere las cafeteras de una sola taza en vez de las de filtro. El líder dominante en el mercado es Green Mountain con sus cápsulas de café para la cafetera Keurig: marcas de alta gama como Nestlé Nespresso y el icono italiano Illy también cuentan.
Pero Starbucks está obligado junto a Kraft a proveer al fabricante de cafeteras Tassimo, en la misma senda de popularidad que Keurig. La ruptura podría golpear las finanzas de la cadena en el negocio de café envasado y en el de paquetes para una sola taza. Las ventas de café y té crecieron durante la recesión, elevando los ingresos un 8% en 2009 y un 9% en 2010. Pero palidece frente al crecimiento del 60% de Green Mountain en el último año. Starbucks necesita una relación de distribución alternativa para alcanzar el éxito si se divorcia de Kraft.
Lisa Lee