El reajuste bancario irlandés
El hinchado sector bancario irlandés necesita prestamistas más pequeños. Un rescate soberano debería proporcionar un respiro para llevar a cabo una reestructuración radical. Pero una liquidación de activos bancarios de Irlanda no es la única manera de recortar el tamaño de los bancos.
Los pasivos conjuntos de los prestamistas domésticos, tanto de propiedad privada como estatal, superan los 500.000 millones de euros, o cuatro veces el PIB irlandés. El probable rescate de 90.000 millones de euros proporcionará recursos para recapitalizar los bancos y garantizar la financiación al por mayor durante varios años. En ese momento, el sector podría ser rediseñado.
El Anglo Irish Bank y el Irish Nationwide ya son totalmente de propiedad estatal. Los más grandes, Allied Irish Bank (AIB) y Bank of Ireland tienen una fuerte participación estatal, y Dublín está listo para tomar el control mayoritario de BoI. Tienen 100.000 millones y 121.000 millones de euros, respectivamente, en préstamos, y 61.000 y 75.000 millones de euros, respectivamente, en depósitos. Implica una relación préstamo/depósito incómodamente alta del 160%.
Deshacerse de los negocios que no son básicos parece la manera obvia de reducir el balance de AIB y BoI. æpermil;stos tienen préstamos por 19.000 millones y 52.000 millones de euros, respectivamente. Pero la venta total significaría a su vez librarse de depósitos vitales. Y los compradores de estos activos probablemente demandarían grandes recortes ahora y quizás incluso garantías estatales contra futuras pérdidas. La realidad es que es mejor postergar la contracción del balance hasta que mejoren los mercados. Pero Irlanda podría pronto mejorar la financiación de AIB y BoI. Una manera sería sustituir parte de sus pasivos al por mayor con 27.000 millones de euros de depósitos de Anglo Irish e Irish Nationwide. Eso recortaría los ratios de préstamos/depósitos de AIB y BoI desde el 160% al 135%.
El sector bancario irlandés tendría entonces una estructura apropiada. Anglo Irish e Irish Nationwide no tomarían más depósitos, y sus activos restantes pasarían a ser propiedad directa del Estado.
Quedarían dos judadores domésticos fuertes, con una competencia asegurada por la presencia de un digno rival extranjero, Ulster Bank. Con el tiempo AIB y BoI podrían también vender sus activos no básicos y reducir aún más su dependencia de la financiación mayorista. El viaje de vuelta a la sostenibilidad llevará tiempo, pero la hoja de ruta parece clara.
Por George Hay