La tormenta irlandesa frena las emisiones de bonos de empresa
Las turbulencias que se viven en los mercados financieros han provocado un parón en el mercado de emisiones de deuda empresarial. Ante el aumento de costes de emisión y la volatilidad, muchas compañías han optado por esperar a ver si se restablece la calma.
La alta volatilidad generada en el mercado tras el rescate a Irlanda ha llevado a muchas empresas a retrasar emisiones de deuda, a la espera de ver si los costes de financiación se abaratan. "Hay empresas del sur de Europa que han hecho ya el marketing, pero que están esperando a ver un momento de tranquilidad. Muchas operaciones tienen sentido, aunque son los propios inversores los que nos piden que no les solicitemos dinero en un momento así", explica Alberto Viarengo, responsable de mercado de capitales de Royal Bank of Scotland.
Los inversores se han puesto nerviosos y la cautela se ha impuesto ante la cercanía de fin de año, momento en el que los gestores deben rendir cuentas. "Muchos inversores institucionales tienen presión al tener la obligación de evaluar diariamente sus carteras y no quieren añadir riesgos en estas fechas", añade Viarengo.
El sentimiento del mercado se ha vuelto muy cambiante y el mayor optimismo que se percibió a finales de la semana pasada por las expectativas suscitadas por el paquete de ayuda a Irlanda ha empeorado sustancialmente tras la confirmación del rescate. De hecho, si el pasado viernes incluso llegó a haber en Europa algunas operaciones poco habituales en momentos de tensión, como la emisión de 500 millones de la danesa Moller, una empresa sin rating, o la colocación de 750 millones de Peugeot, con rating BBB, el arranque de semana ha estado marcado por un parón y hasta empresas alemanas o francesas en la línea de salida han retrasado sus colocaciones al verse también afectadas por la volatilidad, algo que hasta ahora les había afectado mucho menos que a empresas españolas, portuguesas o irlandesas.
Pocos parecen dispuestos a pagar los precios que exige el mercado. "Algunos emisores ibéricos hubieran querido mirar al mercado tras la presentación de resultados pero dado que no tienen urgencia y el mercado no está para sacar una operación con precios atractivos, quizás decidan esperar", comenta Fernando García, responsable de mercado de emisiones para empresas de Société Générale. Iberdrola y EDP, por ejemplo, han optado por aparcar emisiones de deuda subordinada a pesar del interés mostrado en encuentros con inversores.
La buena noticia es que las empresas españolas ya habían hecho los deberes antes saltar las turbulencias. "Empezaron el ejercicio con las necesidades de financiación de este año cubiertas y han estado prefinanciándose todo el año", asegura Noelle Cajigas, responsable de mercado de capitales de BNP Paribas.
En cualquier caso, a pesar de que no hay una urgencia por emitir, la mentalidad del mercado ha cambiado a consecuencia de las lecciones aprendidas durante la crisis. El cierre a cal y canto que sufrió el mercado de capitales durante semanas tras la quiebra de Lehman Brother o el parón que vivió la pasada primavera durante otro periodo ha provocado que las empresas aprovechen cualquier ventana de liquidez para emitir. "Si vuelve la tranquilidad, incluso el que no lo necesite emitirá", apunta Cajigas.
Eso sí, las oportunidades de aquí a final de año resultarán limitadas pues apenas quedan días hábiles. "Puede que veamos alguna operación más, pero me extrañaría que muchas empresas se atrevan a no ser que piensen que la situación va a empeorar mucho", añade Antoine Maurel, responsable de mercado de capitales de HSBC.
La excepción de la deuda con aval
Lograr levantar dinero en momentos revueltos como el actual implica pagar más pero conseguirlo es también señal de la confianza del mercado. Caja Murcia y Caja Madrid fueron los únicos emisores españoles que colocaron deuda la semana pasada. "El hecho de que el mercado tenga fe en el sector de cajas reconforta. Es sintomático de que no mete a España en el mismo cajón que Irlanda o Portugal", dice Noelle Cajigas, de BNP Paribas. Caja Madrid cerró el viernes la oferta de canje de deuda propia y de Bancaja mediante la emisión de 3.917 millones. Los inversores suscribieron 3.493 millones en deuda avalada, 2.658 a tres años y 835 a cinco años a rentabilidades del 3,875% (con un diferencial de 200 puntos básicos sobre midwaps) y 4,375% (con spread de 210 puntos básicos), al tiempo que captó 124 millones en cédulas al 4,25% y 300 millones en bonos sénior a tipo flotante.Caja Murcia, por su parte, emitió 500 millones a tres años al 4% en una operación avalada y pagó un spread de 210 puntos básicos.
La cifra
13.353 millones es lo que han emitido las empresas españolas este año. Iberdrola, Telefónica y Gas Natural han estado entre las más activas.