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Columna
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El empleo y las políticas de EE UU

La situación del empleo comienza a estar fuera de sintonía con la política. El crecimiento de 151.000 empleos en las nóminas no agrícolas en octubre sugiere que la economía estadounidense puede estar ganando tracción, especialmente en el sector servicios. Y la temporalidad ayudó a mostrar algunos signos positivos. Es más, 110.000 empleos extras se registraron en las revisiones de agosto y septiembre. Las ganancias en los servicios, el comercio, la atención sanitaria y el sector privado educativo ofrecen buenas señales. Y la subida de los puestos temporales -35.000 de ellos en octubre- es generalmente un presagio de más puestos permanentes.

Es cierto que estos últimos datos son sólo ligeramente superiores que la mejora laboral mensual. Pero los resultados de los últimos tres meses demuestran que la recuperación económica está cerca de crear un número normal de empleos durante un periodo sostenido. Esto comienza a poner en cuestión el mantenimiento de los estímulos fiscales y monetarios de los últimos dos años.

Por el lado fiscal, elevar los impuestos, como el que se impondría al dejar que los recortes de Bush expiren, podría dañar la economía. Al menos, el presidente Barack Obama busca un acuerdo con los republicanos para ampliarlas temporalmente. Un recorte de gasto también ayudaría a reducir el déficit y daría más margen al sector privado para expandirse.

Por el monetario, estas cifras de empleo no justificarían un mayor estímulo. Y como los salarios y las horas de trabajo siguen subiendo, aunque a tasas moderadas, el riesgo inflacionario de la expansión monetaria cuantitativa es considerable. Obama y la Fed deben elaborar medidas para impulsar estas cifras y revisar también su política monetaria y fiscal.

Por M. Hutchinson.

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