Más inversión en el sector aeroespacial
En el contexto español, el mercado generado por el sector espacial supone un volumen de negocio anual de aproximadamente 3.900 millones de euros. En los últimos 10 años el mercado espacial español ha crecido a un ritmo medio anual de 9,5%. Esta extraordinaria evolución pone de manifiesto la calidad del tejido industrial espacial español.
La industria espacial española tiene demostradas capacidades y probada competitividad en fabricación de satélites, operaciones, segmento terreno y una amplia variedad de servicios basados en tecnología espacial. Es un sector dinámico, vibrante, rentable y dispuesto a asumir retos de mayor envergadura.
En las últimas dos décadas el sector español ha realizado innegables progresos. Durante este tiempo ha ido generando un volumen de negocio creciente que en 2009 sitúa a España con una cuota del mercado mundial de aproximadamente el 1,5%, aún relativamente lejos de la cuota del 2,6% que nos correspondería como novena potencia mundial.
El sector emplea a 21.600 profesionales. Además, el empleo que genera el sector es de altísima cualificación, siendo el 72% titulados universitarios. Más del 90% de la facturación del sector (upstream) son exportaciones.
Los logros alcanzados se sustentan en una continua inversión en programas espaciales y de I+D+i que, sin embargo, a fecha de hoy aún no está en consonancia con la posición que ocupa España en el mundo. La inversión española en programas espaciales, en porcentaje sobre el PIB, está en el último lugar de las 12 principales economías del mundo. Es preciso, por tanto, potenciar dicho esfuerzo inversor a fin de jugar el papel que corresponde a España en un sector que ha demostrado su capacidad de generar empleo y competir en los mercados internacionales.
La industria espacial es un sector altamente intensivo en I+D+i. Las inversiones en esta área no sólo tienen un efecto positivo directo sobre la productividad y competitividad del sector sino también un efecto tractor sobre otras áreas industriales dado que las tecnologías que se desarrollan en el sector espacial son transferibles, con un alto grado de inmediatez, a otros ámbitos tales como el aeronáutico, la defensa, la ciencia, los materiales, la ingeniería térmica, las estructuras, las telecomunicaciones, la automoción, los sistemas de control, el software crítico, la óptica, la electrónica, etc.
Tanto los países desarrollados de nuestro entorno como los denominados países emergentes han identificado el enorme potencial del sector espacial en el contexto de crisis económica y financiera actual. Así, Francia ha decidido liberar una partida presupuestaria extraordinaria de 500 millones de euros para dinamizar el sector espacial francés (grand emprunt). Reino Unido ha iniciado un proceso de reflexión que le ha llevado a la creación de una Agencia Nacional Espacial y al lanzamiento de un ambicioso plan estratégico. Por su parte, Estados Unidos se está replanteando todo un programa espacial, dando un mayor protagonismo a la industria e incrementando el presupuesto de la NASA en 6.000 millones en los próximos cinco años, hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares. China, India y Brasil incrementan cada año sus inversiones en el sector espacial y anuncian ambiciosos programas de exploración robótica y tripulada.
España no puede quedarse al margen de estas iniciativas y debe por tanto apostar decididamente por el espacio. El sector espacial representa, sin duda, el paradigma del denominado nuevo modelo económico (es intensivo en I+D+i, genera conocimiento y empleo cualificado, aumenta la productividad y tiene un fuerte efecto multiplicador sobre otros sectores).
A la vista de lo expuesto anteriormente resulta evidente el interés en profundizar en la estrategia que Administración e industria han venido desarrollando en los últimos años. Los grandes logros alcanzados y las oportunidades que presenta el sector espacial a futuro merecen un mayor esfuerzo inversor que pueda contribuir de manera más destacada al cambio de nuestro modelo productivo.
La coyuntura económica general, sin embargo, no es favorable y los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 registraron un importante recorte en la partida de contribución a la ESA. Este recorte fue del 47% con respecto a la cuantía prevista en el acuerdo del Consejo de Ministros del 19 de mayo de 2006. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha confirmado que este descenso se irá recuperando en ejercicios presupuestarios futuros.
Es vital que esto sea así y por tanto que los Presupuestos de 2011 recojan parte de dicha recuperación. De otro modo, caso de consolidarse dicho nivel de recorte en los Presupuestos de 2011, estaremos de hecho ante un cambio de política que tendrá consecuencias graves para el sector. Es importante asimismo que los presupuestos de programas bilaterales de cooperación en materia espacial, así como el Plan Nacional del Espacio, dispongan de suficiente dotación económica.
Es ahora el momento de dar un nuevo impulso al sector; el retorno está asegurado. El Gobierno tiene la palabra.
Felipe Navío Berzosa. Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (Coiae)