Conflicto comercial por la exclusión de CAF de la puja por el metro de Montreal
La expulsión de CAF de la puja para la renovación de 468 coches del metro de Montreal por 950 millones mediante una ley aprobada por el Gobierno de Quebec, que debe ratificar el Parlamento, ha desatado un conflicto comercial entre España y Canadá. Madrid ha presentado una queja por la adjudicación sin concurso a Bombardier y Alstom.
El pasado jueves, la Asamblea Nacional de Quebec en Canadá estudió una ley especial que permitirá al Metro de Montreal adjudicar sin concurso a un consorcio formado por la canadiense Bombardier y la francesa Alstom un contrato de unos 959 millones de euros para la fabricación de 468 coches. El material servirá para renovar los trenes ya obsoletos de la compañía.
De aprobarse esta norma, la gran perjudicada será la compañía ferroviaria española CAF, que en febrero de 2010 presentó una propuesta para pujar en el mencionado contrato. Este verano la oferta de CAF fue validada por los responsables técnicos del citado ferrocarril metropolitano y se la precalificó para la fase final de la licitación que ha quedado en suspenso.
La aprobación de la citada ley, de producirse, "conculcaría de manera grave" las normas elementales del derecho del comercio internacional, según han explicado fuentes expertas en licitaciones ferroviarias". Además, aseguraron que supondría un "peligroso precedente" en un momento en el que la reducción de inversiones en el tren en todo el mundo puede alentar "prácticas proteccionistas".
El Gobierno de Quebec suspende una licitación en marcha
Trato de favor
El gobierno de Madrid se ha dirigido a Ejecutivo de Canadá para mostrarle su preocupación por la iniciativa legislativa de las autoridades de Quebec, según han publicado medios de comunicación en Canadá y ratificaron a este diario medios cercanos a la Moncloa.
Estas fuentes dijeron que Madrid está particularmente preocupada porque una empresa canadiense como es Bombardier pueda reciba un trato de favor en su país de origen cuando en España se ha beneficiado del "cumplimiento exquisito de las normas de la competencia y del libre mercado". De este modo ha suministrado importantes cantidades de material rodante tanto para las líneas de AVE como para el transporte de mercancías.
"El ministro de Fomento, José Blanco, está impulsando la internacionalización de la industria ferroviaria nacional e iniciativas como las del Gobierno de Quebec rompen las reglas del juego limpio internacional", concluyeron las fuentes citadas.
El proyecto de ley que estudió el jueves el Parlamento de Quebec ha sido promovido y redactado por el primer ministro de esta región autónoma, Jean Charest. La redacción, que cuenta con seis artículos contenidos en menos de un folio de extensión, entre otras cosas dice textualmente: "El Parlamento de Quebec ordena" que "la Société de Transports de Montreal ha de proponer a la agrupación formada por Bombardier Transport Canadá Inc. y Alstom Canadá Inc. la conclusión con ella misma de un contrato libremente convenido relativo a la adquisición de 468 coches de metro sobre neumáticos. La oferta se realizará según las demás condiciones estipuladas en el acuerdo de principio firmado entre dichas empresas el día 14 de diciembre de 2009".
Para que no quede duda sobre las intenciones del gobierno de la región francófona de Canadá, la misma ley regula que "ninguna acción judicial podrá ser entablada o seguida en contra de la Société de Transport de Montreal o el fiscal general por actuaciones realizadas entre el 31 de julio de 2008 y la fecha de aprobación de la presente ley en relación con la adquisición prevista de coches de metro".
De la licitación del material para el metro de Montreal ya se había caído la empresa china Zhuzhou Electric Locomotiva. Esta compañía había lanzado su propuesta de manera simultánea a la de CAF, pero los técnicos del metropolitano la descalificaron porque proponía ruedas de acero y no neumáticas.
Un largo culebrón lleno de incidentes
La renovación del Metro de Montreal arranca en 2006, cuando el Gobierno de Quebec adjudica el proyecto a Bombardier sin concurso. Un año más tarde, Alstom protesta por la decisión e inicia acciones legales. En enero 2008 la Corte suprema de Quebec anula la adjudicación a Bombardier. En octubre los fabricantes canadiense y francés llegan a un pacto. Metro de Montreal multiplica por dos el número de trenes a contratar y el presupuesto, y vuelve a adjudicarlo sin concurso al nuevo consorcio. En febrero de 2010 Zhuzhou y CAF hacen público su interés por participar en la licitación. En mayo, tras la descalificación de la empresa china, Bombardier y Alstom solicitan a la Corte que declare invalida la nueva licitación puesta en marcha y se les adjudique el contrato. En septiembre el Gobierno de Quebec envía al parlamento la ley de adjudicación.
Fabricación
CAF cumple con todas las condiciones impuestas en el pliego que en su día convocó el Metro de Montreal, según indicaron fuentes cercanas a la empresa. Entre esas condiciones está la fabricación del 60% de material en Canadá y que las ruedas sean neumáticas.