Chávez se enfrenta al reto de gobernar sin mayoría holgada
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ganó las elecciones del domingo, pero sin la deseada holgura parlamentaria. De hecho, los analistas interpretaron su resultado electoral como la pérdida del respaldo de una mayoría cualificada, que él mismo consideraba "necesaria" para seguir con el proceso revolucionario que impulsa.
Chávez fijó el precio de la victoria al exigir a sus filas lograr 110 diputados, es decir los dos tercios de los 165 escaños de la Asamblea, necesarios para mantener el control de la Cámara y gobernar con comodidad como hasta ahora.
En la madrugada del lunes, tras una larga noche de espera, llegaron los primeros resultados provisionales: al menos 90 diputados iban para el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y 59 para la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina a una veintena de partidos de la oposición. Otros dos escaños fueron para el izquierdista Patria Para Todos (PPT) y otros tres para candidatos de comunidades indígenas. Aún quedaban otros once escaños por asignar a falta de un recuento más exhaustivo de los votos.
Con estos resultados, la oposición, aún en minoría, regresa de forma triunfal al hemiciclo, del que estuvo ausente en los últimos años por su boicot a las legislativas de 2005 y obligará a Chávez a volver a negociar con otras formaciones políticas, algo a lo que se había desacostumbrado en los últimos cuatro años.
La mayoría cualificada de dos tercios es necesaria en Venezuela para conseguir, sin necesidad de otros apoyos, la adopción de leyes orgánicas o el nombramiento de miembros del Ejecutivo o de organismos públicos.