El atractivo para el capital riesgo
La biotecnología constituye, sin duda, un sector atractivo para invertir por la alta rentabilidad esperada, pero la incertidumbre asociada al sector parece un freno. Por ello, el papel de los fondos de capital riesgo es fundamental. Los fondos de private equity, a través de sus gestoras, realizan labores sistemáticas y específicas de selección de proyectos, lo que permite reducir el riesgo e incrementar la rentabilidad.
El atractivo del sector biotecnológico para los inversores se basa en varios hechos. En primer lugar, la biotecnología no está correlacionada con los mercados financieros ni los ciclos económicos. Ofrece sistemáticamente mejores resultados que el sector farmacéutico en Bolsa. Y, por último, las expectativas de rentabilidad de los proyectos son muy altas.
La salida al Mercado Alternativo Bursátil de dos compañías biotecnológicas en el último año (Neuron Biopharma y AB-Biotics), supone un respaldo de los mercados al sector, que permite dotar a estas empresas jóvenes de liquidez.
Las empresas biotec, así como los grupos de investigación españoles, han recibido en los últimos años gran cantidad de ayudas públicas y se han reducido barreras para la transferencia al mercado de sus investigaciones. Unas y otros han podido convertir sus conocimientos científicos de calidad en los productos y servicios que el mercado y la sociedad demandan. Sin embargo, a día de hoy, el sector necesita algo más que estas ayudas para disponer de financiación estable que garantice la continuidad de los desarrollos, que prometen tasas de rentabilidad elevadas.
Las restricciones financieras y la situación económica en nuestro país son conocidas y generalizadas para todos los sectores. Sin embargo, la biotecnología española muestra su capacidad de resistir a la coyuntura actual y está cobrando un papel cada vez más importante como motor de la ansiada economía del conocimiento: desde el año 2005, la cifra de negocio del sector ha crecido un 63%; el empleo, un 36%; el gasto, un 128%, y el número de empresas que realizan actividades relacionadas con la biotecnología se ha incrementado un 154%.
A pesar de tan buenos indicadores, el último informe anual, presentado por la patronal biotecnológica (Asebio), señala como principal factor de freno para el desarrollo del sector las dificultades para conseguir financiación y añade que más del 40% de las empresas consideran que el acceso a financiación es la principal barrera para su desarrollo.
Para conseguir que la restricción financiera no trunque esta positiva evolución, no sólo necesitamos el esfuerzo de inversores privados, sino también una clara apuesta estatal para que España sea un país activo en I+D+i.
En los últimos años, el capital riesgo ha adquirido un papel determinante, canalizando fondos a las empresas biotecnológicas, pero aún estamos lejos de asemejarnos a otros países de nuestro entorno y es una situación que tanto inversores privados como nuestras autoridades deben abordar.
En Estados Unidos, país líder con el 75% de la facturación mundial, en lo que va del año 2010, el 20% de las operaciones y de los fondos invertidos por venture capital (fases tempranas de capital riesgo), se ha destinado a biotecnología. Sin embargo, en España se sitúa en el 11% de las operaciones, pero sólo en el 3,6% de los volúmenes invertidos.
Es cierto que se ha producido un auge de este tipo de inversiones en España. Han aparecido sociedades y fondos especializados como Suanfarma Biotech o Ysios, se han realizado múltiples operaciones y se están constituyendo nuevos fondos especializados. Es evidente que este impulso, junto con las ayudas públicas, está teniendo un efecto positivo en el desarrollo de estas empresas.
En cualquier caso, si queremos que este sector se consolide, es determinante que desde el sector público se incentive a los inversores privados. Iniciativas como la del Ministerio de Ciencia e Innovación con el Fondo de Innovación, a través del acuerdo marco ministerio-ICO, para incentivar la colaboración público-privada en la captación de fondos son necesarias y urgentes para ayudar al desarrollo de un sector clave para la economía del conocimiento. Estamos impacientes porque se confirme la puesta en marcha de esta iniciativa esperanzadora.
Héctor Ara. Presidente de Suanfarma