El mercado aumenta la presión sobre Irlanda
La prima de riesgo se dispara a máximos y el bono a 10 años sube al 6,3%, por encima de la crisis de mayo
El nuevo objetivo se llama Irlanda. Los vencimientos trimestrales de futuros y las maniobras especulativas provocaron el viernes que el bono irlandés sufriera el embate de los mercados. La rentabilidad del bono, que sube conforme disminuye el precio del activo, subió un 4,3% en el caso de los bonos irlandeses con vencimiento a 10 años hasta llegar al 6,3%, un nivel incluso superior al de los momentos más crudos de la crisis de deuda de mayo, en que alcanzó el 5,9%. El diferencial respecto a la deuda alemana, el activo más líquido de la renta fija europea, se situó en máximos de 387,9 puntos (casi cuatro puntos porcentuales).
La semana pasada, los rumores de un posible cierre de la entidad Anglo Irish Bank (AIB) -participado por el Gobierno y cuyos problemas no son precisamente una novedad, ya que se remontan a hace una década- pusieron el sedimento para una nueva crisis de deuda y un informe de Barclays Bank atizó el viernes fuego. La entidad subraya que Irlanda no tenía problemas de liquidez, pero que en un futuro podría necesitar ayuda. El viernes, Citi colocó a Irlanda en el pelotón de economías candidatas a incurrir en un default en los próximos cinco años; un grupo en el que, no es ninguna sorpresa, también figuran Grecia, España y Portugal.
El ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, negó el viernes que el país tuviera ningún problema de solvencia y descartó la posibilidad de que el Gobierno irlandés vaya a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de ayuda. El propio organismo multilateral aseguró que "no había ninguna verdad" en los rumores que apuntaban en esa dirección.
Los bonos españoles sortean los temores del mercado
El miedo también impactó en la banca. Allied Irish Bank cedió un 11%. Pero las pérdidas cundieron en todo el sector: Bankinter cayó un 3,3%; Sabadell, Barclays, un 3,2%; SG, un 2,9%; Santander, un 2% y BNP, un 1,96%.
Las palabras del gobierno irlandés surtieron poco efecto en el mercado, que ha comprado el rumor. El rendimiento de la deuda ha pasado en tres semanas del 5,76% al 6,29% y ha agitado el fantasma de una nueva crisis soberana. El castigo a los periféricos también se dejó sentir en Portugal, que vio como el rendimiento de su bono a 10 años se situaba también por encima del 6%, al llegar al 6,1%.
La renta fija recibe su nombre de que la remuneración viene del pago de un cupón que es una cantidad fija. Pero el precio del activo varía, tanto en la subasta, como después en el mercado secundario. Por eso, la rentabilidad del bono aumenta conforme desciende el precio del bono. La deuda española ha sufrido mucho el embate de los mercados, lo que se ha traducido en un progresivo encarecimiento del coste de financiación para el Estado, que difícilmente puede hacer subastas a precios inferiores a los que ya se pagan en el mercado secundario por el mismo activo. Sin embargo, la publicación de los test de estrés primero y de los objetivos de solvencia bancaria (Basilea III) el pasado domingo han reforzado la visión del sector financiero español goza de una salud envidiable y eso ha permitido mitigar la presión sobre la deuda soberana. Así, el bono español se mantuvo el viernes prácticamente sin cambios, en el 4,2%.
Eso no evita, sin embargo, que la prima de riesgo respecto a Alemania no se vaya ampliando progresivamente; ayer llegó a 179 puntos. Los bonos alemanes son los más líquidos del mercado. Por eso, cuando los inversores buscan exposición a la deuda pública denominada en euros, el primer pensamiento es para el bund. El resultado es que el rendimiento exigido al bund se situó en el 2,41%, un descenso del nada menos que el 42,8% respecto a los niveles previos al colapso de Lehman Brothers y cerca de mínimos históricos durante la era del euro. Es decir, el Gobierno alemán ha conseguido financiar su déficit y sus planes expansivos de la economía a un precio extraordinariamente barato, la percepción de riesgo ha caído sobre el resto. Y esto no sólo ha ocurrido en los mercados de renta fija, también se ha extendido hasta los derivados. Los CDS (credit default swaps), los contratos de cobertura de impago de deuda, de Irlanda alcanzaron este viernes máximos históricos al situarse en 412,2 puntos. Lo que esto significa es que el coste de cobertura de una emisión de deuda irlandesa de 10.000 euros es de 412,2 euros. El CDS de España también subió ligeramente y se situó en 235,2 puntos.
Los cuatro países de la zona euro que tienen un CDS no constituyen ninguna sorpresa: Grecia (926,2); Irlanda, Portugal (348) y España. Los tres últimos han emprendido reformas y Grecia está bajo el paraguas del FMI, pero el mercado los ha puesto en su punto de mira.
Más normas de transparencia en EE UU
La SEC, el regulador de los mercados de Estados Unidos, votó ayer por unanimidad la propuesta de unas reglas que dificulten los esfuerzos de las firmas financieras por ocultar sus niveles reales de deuda, algo que se conoce en inglés como window dressing, es una práctica legal y se usa regularmente en banca.Según la propuesta, ahora abierta a debate durante 60 días, se requerirá que las firmas financieras den información detallada de todas sus operaciones de préstamo a corto plazo trimestralmente y no sólo una vez al año como hasta ahora. Al ampliar los requisitos de presentación de resultados, se espera que se disuada a las firmas de la práctica de reducir temporalmente su pasivo para presentar unas cuentas trimestrales que parezcan más equilibradas. En caso de que lo sigan haciendo, al menos los inversores tendrán información sobre ello.El window dressing fue usado por Lehman Brothers de forma rutinaria a través de acuerdos de recompra mediante los que la firma vendía miles millones de dólares de titulaciones hipotecarias pocos días antes de finalizar los trimestres para volverlos a comprar días después. Aquella práctica se conoció como Repo 105 y su funcionamiento fue detallado en el llamado informe Valukas, sobre con el que el tribunal de la quiebra de Lehman está examinando la caída de este gigante.La presidenta de la SEC, Mary Schapiro, afirmó que así los inversores tendrán mejor información.
Divisas
1,305 El euro se tomó el viernes un respiro tras cuatro jornadas seguidas al alza y cayó un 0,2%. Ha subido un 8,7% desde junio.