_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La fortaleza del yen y la caída del dólar

La fortaleza del yen se está convirtiendo en un problema para Japón. La moneda está cerca de su nivel más alto en 15 años frente a la debilidad del dólar estadounidense. Los datos de préstamos y comercio dados a conocer el lunes fueron decepcionantes. El ministro de Finanzas se está quejando del peligro que supone el excesivo y desordenado cambio de divisas. Pero una intervención en el mercado parece poco probable por el momento. Japón espera que la Reserva Federal de EE UU no sugiera esta semana la impresión de más dinero.

Los últimos datos económicos de Japón son desalentadores. Las previsiones de crecimiento están siendo recortadas. El temor por EE UU abunda y, sin embargo, el panorama es de recuperación y el riesgo futuro es más bien de recesión renovada.

En junio, el superávit en la cuenta corriente, la medida más precisa del comercio, se redujo un 18% frente al año anterior. La razón principal fue la gran caída de los ingresos de las inversiones en el extranjero. Los ingresos de exportación aumentaron un 29% en tasa interanual. Mientras que la fortaleza del yen es una amenaza. La recuperación de Japón continúa siendo impulsada por unas exportaciones que tambalean, aunque desde luego no se han muerto.

Lo que Japón teme es que EE UU y el dólar empeoren. El crecimiento del segundo trimestre estadounidense decepcionó un poco, pero los datos de empleo de julio desalentaron muchísimo. Desde la perspectiva japonesa, el peligro es que la Fed vaya más allá, al decidir una reinvención en los procesos de maduración de valores con garantía hipotecaria o peor, llevar a cabo otra ronda de impresión de dinero.

La fortaleza del yen es ya, en cierta medida, un reflejo de la huida del dólar. China compró un récord de 695.000 millones de yuanes de deuda pública japonesa en mayo y otros 508.000 millones en junio, China también tiene que ser cuidadosa con la impresión de más dólares.

Pero los miedos no pueden hacerse realidad. Los datos económicos de EE UU siguen siendo débiles pero no malos. La Fed puede mantener su confianza en la recuperación gradual. Si lo hace, las oraciones de Japón podrían ser respondidas: el yen podría disminuir.

Ian Campbell

Archivado En

_
_