EE UU se enfrenta a un aluvión de recortes en los servicios públicos
Los Gobiernos de los Estados y municipios de EE UU se están viendo obligados a recortar drásticamente el presupuesto y a aumentar los impuestos aún más que en el ejercicio anterior para reducir el déficit.
Unos 200.000 empleados públicos de California pueden ver reducido su cheque mensual a la mitad y hacerse acreedores del salario mínimo del Estado (7,25 dólares a la hora). Es una de las medidas provisionales que quiere poner en marcha el gobernador, Arnold Schwarzenegger, una vez que acaba de declarar el estado de emergencia fiscal en su territorio. El objetivo es ir cuadrando las cuentas de un Estado que aún no han sido aprobadas y que tienen que cerrar un déficit de 19.000 millones de dólares.
California lleva varios años con serios problemas presupuestarios y los recortes en la financiación pública (sobre todo en educación y sanidad) además de otras medidas creativas como esta rebaja de salarios, se han repetido en los últimos años de bajos ingresos por la crisis.
Pero el del Estado de Schwarzenegger no es una excepción. En el último informe de la Asociación Nacional de Responsables de Presupuestos y la Asociación Nacional de Gobernadores se hacía referencia a que los años fiscales 2010 y 2011 pasarán a la historia por ser los más duros desde la Gran Depresión. Nueva York tenía que haber aprobado su presupuesto el 1 de abril pero aún hoy no hay compromiso político para eliminar el déficit de 9.500 millones de dólares por lo que se opera con unas cuentas de emergencia que se renuevan semanalmente. La misma historia, con distintas cifras se repite en Illinois, Nevada, Arizona, Nueva Jersey, Colorado, Kansas, Nuevo México y así hasta sumar 46 Estados.
Las cuentas públicas han sido víctimas de la caída de una crisis que ha disminuido los ingresos provenientes del IRPF (hay Estados como Florida y Texas que no tienen). Los gastos sociales han aumentado pero no sólo no están pudiendo ser atendidos sino que, además, se están recortando a niveles precrisis. En total, y según calcula el Centro de Estudios Presupuestarios y de Prioridades Políticas (CBPP, en inglés), el déficit combinado de todos los Estados en el año fiscal 2011 suma ya 140.000 millones de dólares y podría llegar a 180.000 a finales de este mismo ejercicio, lo que obliga a un nuevo plan de austeridad, no muy diferente de los que están haciendo algunos países europeos. Es algo irónico porque a nivel federal, sin embargo, Barack Obama sigue apostando por el mantenimiento de las ayudas.
La situación es ahora especialmente dura porque a diferencia del año fiscal 2010 en el que los Estados recibieron transferencias por 140.000 millones, este año no va a haber ningún alivio por parte del Gobierno Federal. El estímulo de 2009 estuvo destinado a los programas de salud y educación y corría a cuenta de la ayuda que aprobó Obama a principios de legislatura. El estímulo de Washington ha encarado ya su recta final y los Estados sólo cuentan ya con una transferencia pendiente de 11.600 millones en ayudas para pagar el Medicaid (asistencia médica para contribuyentes con rentas más bajas).
Menos bomberos, médicos, maestros y policías
Jon Shure, subdirector del CBPP, afirma a CincoDías que está en peligro la recuperación económica y podría haber una segunda recesión. "La ayuda de los Estados es una cuestión vital para toda la economía", explica. Los temores de Shure se fundan en la evidencia de que para cuadrar lo presupuestos sin déficit se han ido tomando ya en los últimos años medidas de austeridad muy duras. El gasto público se reducido un 8,2% sobre los niveles de 2008 y desde entonces hasta ahora en 30 Estados se han combinado con subidas de impuestos o nuevos tributos. No es el caso de Nueva Jersey que ha cerrado un presupuesto sin que el gobernador republicano, Chris Christie, aceptara subir los impuestos. Sólo la partida en educación ha descendido en 825 millones de dólares y algunos analistas creen que el deterioro es insostenible si no se materializa una pronta recuperación. Si la economía no mejora, uno de sus cuatro fondos de pensiones públicos no podrá hacer frente a los pagos en 2013.Entre unas cosas y otras, tanto Estados como municipios, que reciben transferencias de estos, han tenido que recortar empleo este año en casi todos los servicios: bomberos, maestros y policías entre ellos. Tulsa (Oklahoma) ha tenido que despedir al 11% de los policías de la ciudad, Oakland ha hecho lo propio y los miembros del consistorio se han rebajado el sueldo un 15%. Nueva York no está cubriendo plazas de policías por lo que tiene un 12% menos que en 2000. Es decir, que ni siquiera los cuerpos de seguridad se han librado de las bajas que suman en todo el país unas 20.000 al mes. Además, Shure cree que la falta de nuevas transferencias para el Medicaid, puede acelerar la destrucción de empleo, con un efecto dominó sobre otras áreas.
Claves
-Déficit. El desfase de todos los estados llega a 140.000 millones en el presente año fiscal 2011.- California. Los empleados públicos pueden ver rebajado su sueldo al salario mínimo, tras ser declarado el estado en emergencia fiscal.- Sanidad. Las transferencias para el Medicaid son básicas para las rentas más bajas.
¿El fin de la ley seca?
En enero de 1920 EE UU se condenó a vivir (legalmente) sin alcohol. La enmienda número 18 de la Constitución prohibía la venta de licores intoxicantes y hasta 1933 estuvo en vigor.Sin embargo, a nivel local, hay muchos lugares en el país que siguen rigiéndose por esta ley. Pero puede que el presente detenga este anclaje en el pasado de un buen número de condados del sur del país. En Tenessee, por ejemplo, 91 de los 95 condados del Estado mantienen la prohibición y en Texas 29 de 254.En este Estado, empieza a haber deserciones. La pequeña localidad de Winona votó el año pasado dejar la ley seca que les ha acompañado casi nueva décadas. El alcalde Rusty Smith comentaba recientemente que los tiempos han cambiado y que los impuestos son mucho mejores ahora que antes de que se prohibiera el alcohol. El caso de Winona ya se ha ido viviendo en otras comunidades desde 2002 y se ha acelerado ahora que los municipios están buscando debajo de las piedras cómo recaudar más dinero.