Hecho en China
China ha falsificado huevos, leche para bebés y ahora títulos universitarios. Los ejecutivos mejor pagados han sido acusados por los medios de comunicación digitales de falsificar sus títulos académicos, inventándoselos o comprándolos. El rápido crecimiento de China no puede ser el culpable pero es probable que lleve a los inversores a tomar en cuenta los riesgos.
El fraude de ejecutivos es uno de los mayores problemas. Tan Jun, el ex jefe de Microsoft China y de la compañía de juegos Shanda, que cotizan en el Nasdaq, estuvo expuesto por no tener un doctorado de la Universidad de Nagoya en Japón, como había sugerido Shanda. Más tarde reveló que había comprado el título en la desacreditada University of Pacific Western. Los inversores deberían estar más alerta. Los mercados de capitales son los más activos del mundo este año, pero como aumenta el volumen, el tamaño y el historial se hacen más pequeño. Más de 160 compañías han salido a la Bolsa de Shenzhen.
Los bancos que sacan las empresas al mercado tienen algo de responsabilidad en la detección de datos falsos. Los suscriptores solían confiar en el llamado buscador nivel 1, una red de información rápida en Google. Ahora también usan el nivel 2, que es la contratación de investigadores privados como Kroll. Sin embargo, no siempre es fácil hacer preguntas difíciles de forma adecuada. El incremento de la actividad ha hecho que los emisores chinos sean más audaces. Los reguladores de Hong Kong son cada vez más feroces. Deloitte & Touche Corporate Finance no figuró en los listados de Hong Kong durante nueve meses en 2006 para resolver la reclamación del regulador de que no hizo la debida diligencia en una oferta pública. Dos banqueros de la división de inversión de Bank of China fueron encarcelados en 2008 por fraude. Si se determina que los suscriptores han ocultado la verdad pueden perder la licencia. Las demandas de inversionistas son poco frecuentes y, como es habitual, los inversores son los que hacen la tarea.
Por Wei Gu