Las economías de EE UU y China desaceleran su crecimiento
Los dos principales motores de la recuperación económica dan muestras de desaceleración. La Reserva Federal de Estados Unidos acaba de recortar en dos décimas su previsión de crecimiento para este año, un movimiento acogido con temor en las Bolsas mundiales. Mientras, China enfrió su crecimiento en 1,6 puntos en el segundo trimestre, aunque todavía avanza al 10,3%.
La Reserva Federal acaba de echar un jarro de agua fría sobre la recuperación de la economía global: según sus últimos cálculos, el ritmo de crecimiento económico de la principal potencia del planeta se ralentizó en el segundo trimestre respecto al primero, y en el conjunto del año la actividad crecerá dos décimas menos de lo previsto. Con todo, la nueva horquilla calculada por el banco central estadounidense se sitúa entre el 3% y el 3,5%, envidiable desde los estándares europeos. Pero el mal menor no ha evitado que los mercados reaccionasen ayer con preocupación a las noticias de la Fed. Así, el Dow Jones abrió su sesión de ayer perdiendo más de un 1%, y arrastrando, de paso, a las Bolsas europeas.
El acta de la reunión de la Fed señala a Europa como responsable del deterioro de las expectativas: "La intensificación de las preocupaciones de los inversores respecto a las dificultades fiscales de algunos países europeos ha contribuido a una apreciación del dólar y una reducción del precio de los valores, lo que probablemente mine la expansión de la demanda doméstica".
Al margen de las previsiones oficiales, ayer se conocieron nuevos datos macroeconómicos que no despejan las dudas sobre la firmeza de la recuperación estadounidense. Las peticiones de nuevas ayudas por desempleo se redujeron en 29.000 la pasada semana, pero la producción industrial de junio creció sólo un 0,1%, y ello asumiendo una caída de precios del productor del 0,5%.
Enfriamiento moderado
Junto a la de Estados Unidos, la otra gran economía llamada a tirar del carro de la recuperación global (a un ritmo mucho más fuerte, pero partiendo desde una escala inferior) es la de China. La tercera economía del planeta creció un 10,3% en el primer trimestre, un ritmo que, con ser vertiginoso, representa una ralentización respecto al 11,9% de avance en el primero.
En este caso, sin embargo, esa desaceleración puede interpretarse como una buena noticia, dado que algunos mercados, como el de la vivienda, están dando muestras de sobrecalentamiento. El Gobierno espera que la moderación continúe el resto del año, a medida que se vayan retirando los ingentes estímulos fiscales. El objetivo gubernamental es cerrar el año con un aumento del PIB del 8%, frente al 9,1% de 2009. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, augura igualmente un enfriamiento progresivo de la actividad, aunque apunta a que el crecimiento medio para el conjunto del año alcance un 9%.
El Banco de Japón mejora sus previsiones para este año
En un movimiento inverso al realizado por la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Japón revisó ayer al alza su previsión de crecimiento para el año fiscal iniciado en abril, situándolo en el 2,6% frente al 1,8% calculado anteriormente. El organismo emisor sigue de este modo la estela del Gobierno, que el mes pasado elevó al mismo nivel sus previsiones, desde el 1,4% que estimaba en diciembre.El Banco de Japón justifica esa revisión alcista por los ritmos de crecimiento de las economías emergentes, que incidirán en los "signos de recuperación moderada" de la producción y las exportaciones. La entidad sitúa en el 1,9% el crecimiento esperado para el año fiscal 2011; en cuanto a los precios, el IPC cerraría el ejercicio en curso con una caída de cuatro décimas, para situarse en un avance del 0,1% en 2011.