Referencia para un modelo sostenible
El Gobierno andaluz se ha puesto manos a la obra para reducir el déficit, sin olvidar otra de sus prioridades: impulsar la transición hacia una economía basada en la innovación
Menor gasto público y una política de impulso económico para que los atisbos de recuperación se consoliden. Es el mensaje que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, lanzó en el debate sobre el estado de la comunidad celebrado el pasado mes de junio. En general, las comunidades autónomas empezaron a tomar medidas para ajustar sus déficits en 2009, pero los acontecimientos las han dejado desfasadas y ahora toca recortar, entre todas, 5.000 millones de euros en cumplimiento de las exigencias de reducción del déficit de Bruselas. Y Andalucía se ha puesto manos a la obra. El Gobierno autonómico ha aprobado un paquete de medidas de ajuste presupuestario para reducir el gasto en 1.583,5 millones de euros que gira en torno a tres ejes fundamentales: incremento de los ingresos, mejora de la recaudación y progresividad fiscal; reducción del gasto y reestructuración del sector público, e impulso a la recuperación económica.
La contención del gasto público se plasma, entre otras medidas, en el recorte del 15% en las retribuciones de los miembros del Gobierno y en la disminución de empresas públicas, que pasarán de 255 a 110. En paralelo, se pondrá en marcha una estrategia de racionalización de los recursos humanos, la cual implica la reducción de un 15% de horas extraordinarias y la congelación de plantillas hasta 2013. También se restringe la disponibilidad de vehículos oficiales y se recortan un 10% los gastos de dietas y locomoción.
Además, la Junta va a reprogramar las inversiones directas y los gastos de capital por un importe de 846 millones de euros, lo que supone el 11,9% de los gastos previstos en el presupuesto de 2010.
La autonomía apuesta por un equilibrio entre el desarrollo social, económico y medioambiental
Con ello, las inversiones se sitúan en el 4,4% del PIB, un porcentaje superior a la media del conjunto de las comunidades autónomas. No obstante, las fórmulas de colaboración con la iniciativa privada no saldrán perjudicadas por esta medida. El Gobierno impulsará los contratos de colaboración público-privada, con el fin de suavizar el efecto del ajuste del gasto público en la inversión privada. Entre el segundo semestre de este año y el primero de 2011, se licitarán infraestructuras por un valor de 2.676 millones de euros.
Respecto al IRPF, subirá entre uno y tres puntos para las rentas superiores a 80.000 euros. A partir de enero de 2011, entrarán en vigor tres nuevos tramos: el primero, para bases entre 80.000 y 100.000 euros, que tributarán al 22,5%; el segundo, para bases entre 100.000 y 120.000 euros, que lo harán al 23,5%, y el tercero, para bases superiores a 120.000 euros, al 24,5%.
Por otra parte, se creará un impuesto sobre los depósitos en las entidades de crédito con presencia física en Andalucía: el 0,3% hasta 150 millones de euros en depósitos; el 0,4% hasta 600 millones, y el 0,5% para más de 600 millones. También se pone en marcha una imposición ecológica sobre las bolsas de plástico de 10 céntimos por unidad y, además, se cobrará el céntimo sanitario en la gasolina.
El impulso de un cambio de modelo productivo es una de las prioridades que el actual Gobierno andaluz puso en marcha tras el final de la era de Manuel Chaves. El proyecto Andalucía Sostenible se asienta sobre las premisas de la sostenibilidad económica, social y medioambiental y está sustentando en el sistema público de innovación, una red de agentes de iniciativa pública que conecta empresas entre sí y con los grupos de investigación de las universidades. De este modo, se asegura la transferencia de conocimiento al tejido productivo, atendiendo las necesidades de innovación de las empresas, desde la concepción de una idea emprendedora hasta sus proyectos de expansión internacional.
Turismo y agricultura, locomotoras
La estructura económica de Andalucía se caracteriza por el peso del sector terciario, que representa el 73,6% del valor añadido bruto regional, mientras que la industria y la construcción suponen un 21,8% y el sector primario, un 4,6%. El turismo y la agricultura, incluyendo la industria agroalimentaria, constituyen hoy las locomotoras de la economía y sus principales bazas en los mercados internacionales. El mayor dinamismo se localiza en torno a la agricultura del valle del Guadalquivir, los invernaderos de las costas de Huelva y Almería, el turismo del litoral y las concentraciones industriales de Sevilla, Huelva, Córdoba, Granada, la bahía de Cádiz, el Campo de Gibraltar y el oeste de la provincia de Jaén. A estas zonas se suman espacios de innovación como las tecnópolis de Cartuja 93, en Sevilla, o el Parque Tecnológico de Andalucía, en Málaga.
Ligada a la actividad agropecuaria y pesquera y muy repartida a lo largo de todo el territorio andaluz, la industria agroalimentaria acapara el 19,3% del empleo y el 25,1% del valor añadido del sector industrial en la comunidad autónoma. Aceites, frutas, hortalizas, bebidas alcohólicas, carnes y leches son sus principales productos.
La agroindustria andaluza, la segunda más importante de España tras la catalana, está integrada por unas 5.600 empresas y supone el motor económico de numerosas comarcas rurales. Sus ventas al extranjero son uno de los principales capítulos del comercio exterior de la región. Las actividades extractivas, metalúrgicas, energéticas y químicas completan lo fundamental de la industria andaluza, que en los últimos años también se está orientando hacia segmentos de mayor contenido tecnológico: maquinaria, energías renovables y material eléctrico y electrónico.
El eje Sevilla-Cádiz-Huelva constituye la principal zona del desarrollo industrial de la comunidad. Favorecidas por su localización estratégica y la existencia de grandes instalaciones portuarias, las bahías de Algeciras y Cádiz acogen numerosas industrias de los sectores petroquímico y energético, la primera, y de construcciones navales y aeronáuticas, la segunda.
Polo regional de atracción científica y empresarial
En Andalucía hay más de 87.000 empresas que trabajan en la Red de Espacios Tecnológicos y 215 centros de apoyo al desarrollo empresarial. En la región se ubica un polo de atracción de interés científico y empresarial vinculado al área de la biomedicina en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, donde se concentran proyectos estratégicos como el Banco de Células Madre, el Centro de Genómica e Investigación Oncológica o el Centro de Investigación de Medicamentos Innovadores. La región ha superado ya el 1% del PIB destinado a I+D. Sin embargo, la inversión en innovación del sector privado sigue por debajo de la media nacional.En el ámbito de la formación, la investigación y la innovación, el tejido empresarial andaluz cuenta con el apoyo de diez universidades públicas, más de 22.000 investigadores y alrededor de 2.000 grupos de investigación.Una amplia red de centros facilita servicios de innovación al tejido productivo, compuesto en un 99% por pymes y micropymes, que difícilmente tendrían acceso de manera individual.
Las cifras
1.583 millones de euros ahorrará la Junta con las medidas de ajuste presupuestario.110 empresas públicas quedarán tras la reducción de las actuales 255.5.600 firmas integran el sector agroalimentario, motor económico regional.